Lujo y elegancia sin pretensiones: el Crowne Plaza propone habitaciones de estilo original que te harán sentir como en casa.
Colores claros, moqueta y magníficas vistas, todo es muy acogedor y compacto con tejidos y materiales que se utilizan para atenuar la luz del exterior y una gestión del espacio ordenada y esencial.
La decoración expresa cierta sencillez. El lujo se adapta al día a día para restablecer un estándar de nivel muy casual como dicen los ingleses, o informal.
El hotel propone las categorías estándar, corner (habitación en la esquina), de lujo, club y suite: 265 habitaciones en total, la mitad de ellas para fumadores.
Las de lujo (3) se sitúan en la última planta. Dos de ellas (la 309 y la 310) ocupan el espacio del antiguo restaurante, reconvertido en habitaciones por las dificultades de acceso causadas por la ausencia de ascensor que complicaban la gestión del servicio. En la actualidad son las habitaciones más grandes del hotel: ofrecen unas vistas preciosas de la ciudad y del Bósforo así como de la terraza llena de vegetación del restaurante actual que se sitúa en la planta inferior.
Estas habitaciones se caracterizan por la utilización de bonitos materiales, una arquitectura en arco de círculo y una decoración elegante de madera. La estructura en arco divide los espacios de color azul claro decorados en un estilo otomano.
El cuarto de baño merece una mención especial: es amplio y el wc parece estar en suspensión. Tampoco hay que olvidar la bañera con hidromasaje, los albornoces y toda una selección de productos de aseo de marca.
Las habitaciones estándar presentan el mismo cuidado por los detalles que las categorías superiores, sin el hidromasaje.