


Bien ubicado, este riad resulta agradable gracias a su luminosidad y su estructura amplia. Construidas a principios del siglo 20, las dos casas que componen el Dar Andalous pertenecían a una importante familia fasi. Cada habitación tiene su estilo propio. Te recomendamos la alcoba roja con su cama de baldaquín y sus muebles típicos. Además el dar Al Andalous ofrece clases de cocina. ¡Ideal para los amantes del buen comer que deseen conocer un poco más las especialidades marroquí! Solo lamentamos que la terraza no tenga una vista despejada de la medina.
- Bien situado
- Gastronomía
- Encanto