


Un caserón noble y refinado transformado en hotel. Una estancia de placer en un lugar excepcional, a dos pasos de Fira.
- Descanso
- Encanto
Un caserón noble y refinado transformado en hotel. Una estancia de placer en un lugar excepcional, a dos pasos de Fira.
El Aria Lito se alza en lo alto de una estrecha calle colorida, que sube bordeando la colina desde el centro de Fira. Está lejos del bullicio de la calle (llena de tiendas turísticas), y sólo pueden acceder a la residencia los clientes del hotel. Si tus piernas no hacen buenas migas con las escaleras, pide al taxi que te acerque lo máximo posible al hotel.
El hotel forma parte de los Small Luxury Hotels y propone suites refinadas. Las habitaciones del caserón, cuyos techos están decorados con frescos, juegan con el contraste armónico de amarillos y madera. Evocan el ambiente de antaño, con rayos de luz estival sobre un suelo de sombras pálidas, vigilantes silenciosas de la intimidad. Intentamos percibir (en vano) el olor a moho que deberían desprender las paredes frescas. Sólo falta el polvo para que la reproducción sea perfecta.
La Queen Suite visitada es una habitación amplia y luminosa, con una cama grande y un sofá decorado con encaje y ganchillo blanco. Por una vez, nadie nos reprochará tener la cabeza en las nubes: un fresco luminoso en tonos amarillos, decorado con pincel, delimita el techo justo por encima de la mesa y de la cómoda de madera. ¡Un auténtico placer para la vista!
Al igual que las otras habitaciones, ésta rebosa de objetos de madera, lo cual en nuestra opinión embellece la atmósfera: los armarios y las sillas decoradas se integran perfectamente con el estilo de las habitaciones, todas muy luminosas y equipadas con cocina americana (algo importante, teniendo en cuenta que no hay restaurante). Todas las habitaciones incluyen una amplia terraza, el desayuno y todo el confort. El precio medio es de 250 euros por noche.
La residencia Aria Lito, de aspecto noble pero de trato agradable, ha sido transformada recientemente en hotel. El estilo, con un toque antiguo, recuerda en ciertos aspectos las casas venecianas y desprende una calma muy apreciable.
Aquí todo da la impresión de invitarnos al descanso: el personal, vestido de blanco, se desplaza silenciosamente en el espacio soleado de la residencia, a lo largo de la piscina (abierta desde las 10:00 h hasta la puesta del sol) protegida por la sombra de un enorme pino marítimo perfumado. Predominan los tonos relajantes, como el rosa claro en las paredes y el blanco de las tumbonas. Incluso el azul del cielo parece armonizarse con la atmósfera del entorno. La sala de degustación es magnífica, excavada en la roca y cruzada por una larga mesa de madera maciza que recuerda las cenas al estilo elisabetiano, a la luz de los candelabros y al son de las cítaras. Esta sala se utiliza para las veladas de degustación enológica, donde se imparten cursos sobre el vino y tentempiés para acompañar. Encajada en la colina, sorprende por su envergadura y el frescor que desprende.
El interior de la residencia ostenta un gusto antiguo con madera y sillas coloridas, bóvedas adornadas con frescos, distribución esencial de los espacios. La recepción retoma la estética de la entrada, dando así una idea del estilo de la residencia.
El hotel no tiene restaurante. Se propone el régimen de media pensión, con desayuno incluido y servicio de habitaciones gratuito.
El hotel no posee playa privada, por lo que deberás bajar hasta Fira y dirigirte a una de las playas públicas de los alrededores. De lo contrario puedes coger un bus en la estación de autobuses de Fira, a sólo 200 m de la residencia: es el punto de partida de los autobuses que recorren toda la isla.
También puedes alquilar un coche o un ciclomotor (por tarifas de 35 y 10 euros al día, respectivamente): la isla mide 30 km en total y es muy agradable recorrerla de manera autónoma.
Esta residencia aristocrática fue construida en 1882 y renovada en 2005, abriendo al público dos años más tarde. Carece de restaurante.
salón de belleza, masaje, baño turco
water-polo, btt
El hotel Aressana es un establecimiento con unas cincuenta cómodas habitaciones en el centro de Fira. Es un lugar ideal para estar cuando se llega a la isla.
El Greco es un hotel de categoría superior, bastante lujoso, situado cerca de Fira y cuyas instalaciones y prestaciones se adaptan tanto a las parejas como a las familias.
Un hotel sencillo y agradable en el centro de Fira, con unas buenas instalaciones para su categoría.
Como su nombre indica, el Volcano's view tiene una de las vistas más bellas del volcán de Santorini. Su arquitectura y decoración se encuentran también entre las más cuidadas. Uno de los mejores establecimientos de su categoría.
El Astir Thira, un pequeño y cómodo hotel, te permite disfrutar de esta increíble ciudad. Un buen punto de partida para visitar la isla de Santorini.
Instalado en lo alto de la ciudad de Fira, el Atlantis fue el primer hotel de la isla construido en los años 60. Renovado todos los años durante el período de cierre invernal, sus infraestructuras -escasas- están bien cuidadas. El establecimiento disfruta de vistas a la caldera pero también de un emplazamiento cerca de la zona peatonal de la capital de Santorini. Por lo que es el lugar ideal para descubrir a pie la pequeña ciudad griega. La principal clientela de este hotel es americana y de cierta edad.
Un establecimiento muy calculado que ofrece muchos servicios, aunque su ambiente es un poco frío. Un hotel de cinco estrellas ideal para los viajes de negocios.
Un establecimiento de alto standing que alberga un buen restaurante. Situado justo encima del mar con unas vistas impresionantes.
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El hotel Aressana es un establecimiento con unas cincuenta cómodas habitaciones en el centro de Fira. Es un lugar ideal para estar cuando se llega a la isla.
Como su nombre indica, el Volcano's view tiene una de las vistas más bellas del volcán de Santorini. Su arquitectura y decoración se encuentran también entre las más cuidadas. Uno de los mejores establecimientos de su categoría.
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Instalado en lo alto de la ciudad de Fira, el Atlantis fue el primer hotel de la isla construido en los años 60. Renovado todos los años durante el período de cierre invernal, sus infraestructuras -escasas- están bien cuidadas. El establecimiento disfruta de vistas a la caldera pero también de un emplazamiento cerca de la zona peatonal de la capital de Santorini. Por lo que es el lugar ideal para descubrir a pie la pequeña ciudad griega. La principal clientela de este hotel es americana y de cierta edad.
El Greco es un hotel de categoría superior, bastante lujoso, situado cerca de Fira y cuyas instalaciones y prestaciones se adaptan tanto a las parejas como a las familias.
Un establecimiento de alto standing que alberga un buen restaurante. Situado justo encima del mar con unas vistas impresionantes.
Un hotel sencillo y agradable en el centro de Fira, con unas buenas instalaciones para su categoría.