


Visto desde fuera, este establecimiento algo imponente no despierta el entusiasmo de la clientela europea. Sin embargo, los espacios interiores están acondicionados de forma sencilla, limpia y funcional. El hotel está orientado y frecuentado principalmente por brasileños, aunque también acoge a una minoría de españoles, italianos, franceses, finlandeses e ingleses. Es una buena opción para las familias. Todas las habitaciones son espaciosas y van desde individuales a triples. Solo ofrecen (y únicamente en el caso de las dos categorías superiores) unas vistas parciales del mar, escondido tras los dos grandes edificios que se erigen enfrente. Los que se alojen en una habitación estándar tendrán menos suerte, ya que sus vistas dan a la ciudad. El hotel Diogo es un buen punto de partida para visitar Fortaleza y sus alrededores; aunque no está del todo cerca de la playa de Praia do Futuro, a la que te recomendamos que vayas a tomar el sol. Destacamos especialmente su restaurante, centrado casi exclusivamente en la cocina tradicional brasileña (en concreto, de Ceará), y que sirve platos sabrosos y de calidad.
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