En el Xôpana, único restaurante del Choupana Hills, la cocina está preparada con maestría por el chef Gilles Galli, alumno del chef francés Alain Ducasse. El almuerzo y la cena son un gran momento tanto para el placer de los ojos como para el del paladar. En una sala decorada en pizarra roja y negra, la madera y la piedra combinan perfectamente con el resto del hotel. Te puedes instalar en hondos sillones con brazos en madera y forrados de muletón, de color rojo con dibujos de estilo japonés y saboreas recetas con magníficas presentaciones. En el desayuno, el bufé es sencillo pero suficiente: varias clases de embutidos, queso, zumo de frutas frescas, panes y bollería. El bufé caliente consiste en salchichas, huevos revueltos, tomates y champiñones. Para la cena: Tempura de langostinos con sésamo y Bisque (sopa cremosa) de coliflor y crustáceos, "cozido" de aleta de ave y foie gras perfumado con anis estrellado o souflé de frutas de la pasión, su sorbete y coulis (salsa) de kiwi de postre... Además de estos tres ejemplos de brío gustativo, toda una farándula de pescados, carnes, ensaladas y pastas te esperan. ¡Lo más duro es elegir! El servicio es rápido, eficaz y atento. Calcula unos 120 € la comida completa. En la primera planta, el bar del Xôpana te permite seguir la velada con una última copa; cómodamente instalado en el mostrador cromado del bar o en uno de los salones contemporáneos con tela en colores vivos. Por la mañana, se sirve un desayuno bufé. Bandejas de frutas frescas; zumos variados de zanahoria, tomate, naranja, fruta de la pasión; panecillos y tartas de la casa que incluyen un magnífico bizcocho de plátano, junto con los tan tradicionales huevos revueltos, quesos, embutidos y cereales. La presentación se cuida hasta el último detalle: ¡las mermeladas se sirven en copas de helado lacadas con preciosas cucharas de plata!