Gonzalo González Beneytez
Jefe de sección
El Jardins do Lago es un buen lugar para recomendar a los amantes de la tranquilidad. Situado en lo alto de Funchal, esta quinta ofrece encanto y relax en un marco muy cuidado.
Jardins do Lago - © EASYVOYAGE
Jardins do Lago - © EASYVOYAGE
En la zona hotelera de Funchal, a 2 km del centro de la ciudad y a 23 km del aeropuerto. Hay que contar 20 min andando para llegar al centro de la ciudad y 30 min en coche para llegar al aeropuerto.
El Jardins do Lago cuenta con un total de 40 habitaciones, 4 de ellas son suites junior y 5 suites senior. Todas dan al parque de la propiedad. Las habitaciones situadas en la planta baja disponen de una terraza y las de los pisos superiores tienen un balcón. En todas ellas se ha previsto un salón de jardín de hierro forjado. Espaciosas y agradablemente amuebladas, las habitaciones cuentan con un espléndido cuarto de baño totalmente decorado en mármol rosa. Este está equipado de una bañera, un secador de pelo, albornoces y productos de acogida de Nina Ricci. Del mismo modo hay que resaltar el amplio rincón de salón equipado de sillones de terciopelo verde, el tocador provisto de un elegante set de oficina y los grandes armarios. El resto de los equipamientos comprende el aire acondicionado, un minibar, la televisión por satélite (con Euronews, entre otros) y el teléfono con línea directa al extranjero.
Abierto en 2001, el Jardins do Lago ocupa una antigua casa tradicional ampliada por detrás por un edificio de 3 plantas del mismo estilo. A diferencia de las demás quintas donde se nota a veces una falta de espacio, aquí los volúmenes están perfectamente distribuidos entre la recepción, las salas colindantes y los pasillos que llevan a las habitaciones. Y todo ello rodeado de decoraciones florales. La luminosidad se ve aumentada por paredes beiges decoradas con numerosos cuadros. El resto del mobiliario es a la vez sobrio y elegante: madera encerada, sillones de telas floreadas de inspiración de interiores ingleses. Fuera los jardines conducen hacia una piscina de 300 m² en forma de doble judía. Al estar cubierta una tercera parte de su superficie, se puede utilizar en todas las temporadas. Hay de todo en lo que a equipos se refiere: tumbonas de teca y colchones, sombrillas y toallas. Podemos relajarnos en el solárium pavimentado de la piscina dominado por un platanar o bien vagar por los jardines con plantas de esencias raras y un estanque donde viven cisnes y patos. Sin embargo, la sala de fitness es minimalista. Sólo hay un aparato multi-funciones y una cinta de correr desfasada.
El restaurante principal está compuesto por dos salas. La más pequeña está reservada para el desayuno. Decorada en tonos rosas, está adornada con mesas que representan ramos de flores. Una veranda permite instalarse en la terraza si uno lo desea. El bufé del desayuno propone una selección variada de panecillos y mermeladas, así como de frutas frescas, quesos, embutidos, salchichas calientes, tomates y champiñones fritos y judías en salsa. La tortilla de jamón y queso está deliciosa. Por la noche, la segunda sala con paredes verde almendra, recibe a los invitados para una cena servida en forma de menú. Es la ocasión para probar las especialidades de la isla como pez espada, o las recetas internacionales como el solomillo de ternera o el gratinado de patatas. A mediodía se pueden pedir sandwichs y ensaladas en el bar-cafetería de la piscina. En lo que respecta a las tarifas, hay que contar 15 € el plato.
El Jardins do Lago se encuentra en una antigua quinta (residencia) del siglo XVIII que domina lo alto de Funchal. El entorno ha permanecido relativamente abierto, con una plantación de plátanos situada más abajo de la piscina. Las casas del vecindario están situadas a una distancia más que razonable, por lo que la tranquilidad en Jardins do Lago queda más que asegurada.
Dándole la vuelta a la moneda se puede decir que la quinta está bastante lejos del centro de Funchal. Únicamente los buenos caminantes aceptarán una bajada de 20 min en una pendiente más bien empinada. ¡Pero la vuelta ya puede resultar más dura! Aquellos que prefieran evitar este paseo podrán utilizar gratis el autobús del hotel. Pero cuidado que sólo funciona dos veces al día de lunes a viernes.
Las personas que viajen sin hijos no se verán molestadas durante las comidas por el ruido de los más pequeños ya que el club de niños les permite comer entre ellos.
masaje, sauna, hammam, puesta en forma, EPA, baño turco, wellness
tenis, gimnasia, golf, btt, water-polo, fitness, deportes
Situado cerca del Lido de Funchal. El Eden Mar se recomienda a familias y a aquellos que buscan un alojamiento cómodo cerca del mar.
El Sao Joao, sencillo aunque confortable, resulta perfecto para los que quieren alojarse cerca del centro de Funchal. No obstante, conviene recordar que se encuentra bastante lejos del mar.
El hotel Sirius, situado en el corazón del casco histórico de Funchal, es un pequeño hotel urbano sin pretensiones, pero confortable. Su ubicación es muy práctica para las personas que desean visitar la ciudad y que no quieran alquilar un coche. Está cerca de muchos comercios diseminados por las pequeñas calles empedradas.
El Residencial Gordon está instalado en pleno centro de Funchal. Se trata de un pequeño establecimiento familiar que se parece más a una pequeña casa de huéspedes que a un hotel. No hay instalaciones, simplemente algunas habitaciones y un pequeño bar donde se sirve el desayuno. Se recomienda para quienes quieren descubrir la capital de Madeira a pie, teniendo un lugar en el que pernoctar.
Situado en las alturas, en un barrio antiguo de Funchal, el Monte Carlo es un pequeño hotel urbano lleno de historia. Las fotos en blanco y negro colgadas en las paredes y repartidas por el hotel dan fe no solamente del pasado, sino también de las costumbres de los antiguos habitantes de Madeira. Pídele al señor Ricardo Macedo que te haga una pequeña visita guiada.
El Residencial Chafariz, situado en el centro de Funchal, es un hotelito de ciudad. De hecho, esta es la única ventaja dado que no posee ninguna instalación en particular. Es un buen punto de partida para recorrer a pie la ciudad. Está cerca de los restaurantes y las tiendas, entre las que destacan el mercado de flores tropicales y el casco histórico.
The Ocean Gardens, inaugurado hace más de 20 años, realizó sus últimas reformas en 2004. Realmente se nota la diferencia entre las habitaciones nuevas y las antiguas. Situado en una de las colinas de la isla, en el pequeño pueblo de de Sao Gonçalo, el establecimiento goza de unas fantásticas vistas del océano Atlántico. La otra cara de la moneda es que está bastante aislado del resto del pueblo y, especialmente, de Funchal.
No es casualidad que el hotel The Vine forme parte del grupo Design Hotels. Se trata del primer establecimiento que visitamos que ha adoptado este tipo de concepto. Además de sus zonas comunes en las que se ha estudiado hasta el más mínimo detalle, la decoración de las cuatro plantas de habitaciones se inspira en las cuatro estaciones. Así, pasas del invierno al verano, y del otoño a la primavera. A ello se le suma el chef francés del restaurante gastronómico. El hotel The Vine se inauguró en diciembre de 2008 y ofrece un ambiente especialmente original y cómodo en el corazón de la ciudad de Funchal. Está claramente recomendado para parejas.
El Reid's es un hotel con fama internacional miembro de los Leading Hotels of the World y pertenece al grupo Orient-Express. La calidad de sus servicios es excelente, y el marco desprende distinción, elegancia y tradición. Todo son susurros y murmullo. Hay tiempo para tomarse las cosas con calma... Entre el ruido de las olas, el ruido de la porcelana y el de los tacones que chocan contra las baldosas, parece como si estuviésemos en un decorado de antaño en el que, sin embargo, no ocurre nada. El tiempo pasa aquí sin mayor distracción...
¡Hotel muy cómodo y con una situación excepcional! Dominando el océano, el Cliff Bay gusta a todos aquellos que buscan para su estancia un entorno elegante y refinado. Uno de nuestros favoritos en Madeira. Espacios comunes bastante amplios para recibir a todos los clientes del hotel y sobre todo un Spa digno de ese nombre.
El Meliá Madeira Mare forma parte, sin duda, de los mejores establecimientos de Madeira. Sin embargo, su arquitectura imponente no deja intuir nada desde el exterior. Pero tiene todos los detalles que forman el marco perfecto para pasar unas vacaciones de lujo. El hotel está inspirado en el concepto de los cinco sentidos: el olor con un fragancia ambientadora, el tacto con sus tejidos delicados, el oído con una música de fondo permanente, la vista con los mismos colores utilizados en todo el establecimiento y el gusto con su elaborada cocina. Al Meliá Madeira Mare se viene seguramente a descansar y a disfrutar de las infraestructuras de calidad. Sin olvidar un servicio de lo más atento.
Este hotel clásico de Madeira, totalmente renovado en el 2008, se adapta más a lo que puede buscar una pareja: buen servicio, tranquilidad y ambientes comodos. La decoración de las habitaciones y suites tiene encanto asi como las partes comunes, en especial la parte de recepción.
Situado en lo alto de Funchal, el Choupana Hills es un lugar insólito. Si eres amante de la tranquilidad apreciarás el alojamiento en forma de bungalows. Si te gusta la buena cocina, te encantará el restaurante. Si prefieres descansar en un ambiente zen no dejes de visitar el centro de puesta en forma. ¡Un lugar excepcional!
Este hotel, situado en la parte alta de Funchal, es ideal para quienes buscan el descanso en un marco lujoso. El reducido número de habitaciones permite ofrecer un espacio tranquilo y un confort digno de los grandes palacios.
La Quinta da Casa Branca es un agradable hotel que ofrece un bonito marco para relajarse. Es también un lugar que deberían tener en cuenta los gastrónomos. Un lugar donde disfrutar mucho y descansar a la vez. Este alojamiento es ideal para las personas que buscan tranquilidad y bienestar. El hotel posee un magnífico spa propicio para el relax absoluto.
Situado en lo alto de Funchal, el Madeira Panoramico es una estructura de tamaño humano que cuenta con un agradable panorama sobre la bahía de Funchal. Una vista impresionante a la vez de las colinas de la capital de la isla y del Océano Atlántico. Una buena elección para aquellos que ante todo quieren descansar.