Las habitaciones rebosan de confort. Es raro, pero no hay nada que objetar en cuanto a la decoración y al equipamiento. Bueno, sí... Quizá los 20 minutos necesarios para explicarte el funcionamiento de todos los aparatos disponibles. Las 49 habitaciones tienen vistas al océano Índico o al exuberante jardín y todas cuentan con un balcón detrás de un amplio ventanal. Salón, cama doble muy cómoda con sábanas de algodón egipcio, equipamiento de última tecnología con Ipod, lector de DVD, TV de pantalla plana, sistema de iluminación tenue que se controla por mando a distancia, teléfono inalámbrico, armarios que se iluminan al abrir la puerta, aire acondicionado, etc. Zona de descanso con sofá y mesa baja, una zona de dormitorio elevada con algunos escalones y, con acceso desde la habitación o el pasillo, un amplio cuarto de baño. Éste cuenta con ducha y bañera, un jacuzzi en caso de las suites y de las habitaciones con vistas al mar, productos de tocador, grandes espejos para observarse desde distintos ángulos, secador de pelo y todo lo necesario en un hotel de su categoría: albornoces, zapatillas, etc.
Los 6 lofts en dúplex cuentan con su propia piscina interior, todo un lujo. Aunque son pequeñas, por lo que no podrás darte muchos largos.