Los clientes pueden elegir entre varios tipos de habitaciones en el Gabbiano. Las dos principales categorías son las estándar (x56) y las superiores (x23). También están disponibles 4 habitaciones individuales y 1 junior suite. La mayoría de las habitaciones tienen vistas al mar ya que sólo un lado del edificio da a la ciudad. Lo cual no está nada mal. Están relativamente bien equipadas: caja fuerte (a disposición), pantalla de plasma, minibar, conexión a Internet (por cable) para los que no viajan sin su ordenador y balcón para apreciar las vistas cuando la habitación da al mar. Ofrecen un nivel de confort y una superficie aceptables, y en cuanto a la limpieza no hay nada que objetar. Al igual que las habitaciones, los cuartos de baño son aceptables. Hay toallas y productos de tocador. Para terminar, podemos decir que las habitaciones son acogedores a pesar de que a la decoración y al mobiliario (tal vez) no les vendría mal una renovación. En general, resulta sencillo pero correcto.

El Gabbiano Azzurro, abierto en 1968, es un hotel de gama alta totalmente renovado en 2001 y parcialmente en 2006 (habitaciones superiores, terraza). Tiene 80 habitaciones y ofrece un entorno magnífico a sus huéspedes, tanto dentro como fuera. El vestíbulo es muy acogedor y luminoso gracias a numerosas cristaleras que permiten apreciar la terraza sobre el mar. Todo está muy bien cuidado, la decoración es estética y el servicio inmejorable. El personal está a disposición absoluta de los clientes. Si tienes una demanda concreta, estamos (casi) seguros que no te defraudarán. Se presta la máxima atención al bienestar de los clientes. ¡Qué más se puede pedir! Además del entorno y el trato, la restauración también es uno de los puntos fuertes del hotel. La cocina es refinada y de gran calidad, al menos los platos a la carta. No hemos probado el buffet del desayuno y la cena en temporada alta, aunque suponemos que la calidad es la misma. Es una lastima que las habitaciones no correspondan con lo que podríamos esperar de un establecimiento de este tipo. Distan mucho de ser excepcionales, aunque son muy cómodas y están bien cuidadas. Y por último, aunque no por ello menos importante, el atractivo estrella del hotel es la playa. El Gabbiano Azzurro tiene la ventaja de estar cerca de una preciosa playa de arena fina a orillas de aguas cristalinas. Sin lugar a dudas un paisaje de postal que no dejarás de contemplar con los ojos bien abiertos. Es lo que más nos gusta del Gabbiano Azzurro, sus maravillosas vistas.

Uno de los atractivos del hotel. El Gabbiano Azzurro dispone de un único restaurante con capacidad para 200 comensales. Se ofrecen dos fórmulas: bed & breakfast (desayunos) o media pensión. En el caso de la segunda, se puede elegir durante la semana entre la comida o la cena. Y en temporada alta, estas dos fórmulas se sirven en forma de buffet, sabiendo que tanto en las comidas como en las cenas, se puede repetir primeros y postres tantas veces como se quiera. Se puede elegir una fórmula a la carta pagando un suplemento. ¡Te la recomendamos encarecidamente! Los platos, preparados con esmero, son divinos, y más todavía si se come en la terraza frente al mar. El restaurante ofrece un panorama de 180º sobre el mar, donde las gradaciones de azul varían mar adentro, ¡imagínatelo! Una vez a la semana, y sólo en verano, se sirve una cena-buffet (con suplemento para los clientes en régimen de bed & breakfast) en la terraza. Los melómanos estarán encantados ya que, con un poco de suerte, podrán ver la puesta de sol.

El desayuno de sirve de 7:30 a 10:00 h, la comida de 13:00 a 14:30 h y la cena de 19:30-20:00 a 22:00 h.

El punto fuerte del hotel junto con la restauración. El entorno es suntuoso. Paisajes de postal que pocas veces se encuentran: agua cristalina de un azul resplandeciente en la que se hace pie en varias centenas de metros, una gran playa de arena fina como nos gusta, etc. En definitiva, un rinconcito de paraíso del que no querrás irte una vez que te hayas acomodado. El Gabbiano es ideal para los amantes de las playas bonitas y las aguas cristalinas en las que nos encanta nadar. ¡Felicidad absoluta!

El Gabbiano Azzurro es un hotel gestionado por la misma familia desde hace varios años.
La clientela es principalmente italiana, inglesa y alemana.
En temporada alta, se organizan 3 veladas "piano-bar" en el vestíbulo, lo cual resulta agradable en este entorno.