ni tampoco restaurante. La única comida que se sirve es el desayuno en forma de bufé. En las habitaciones hay una nevera equipada con fruta, yogures y zumos. El desayuno compuesto de café, bollería y productos frescos se puede tomar en una de las mesitas del interior o en la terraza acondicionada con sofás y grandes sillones y unas preciosas vistas al mar. Los clientes deberán llevar su plato a la cocina una vez terminen de desayunar.
Frente al hotel hay un restaurante gastronómico y otro más sencillo de cocina local, para todos los gustos y presupuestos. Cuando hay ambiente, el hotel abre un bar algunas noches por semana.