Las casitas individuales o villas tienen una capacidad máxima de 7 personas (de hecho, con esta capacidad solo hay una, con dos habitaciones y un salón). La mayoría de los alojamientos son para 2 personas, 4 en el caso de los estudios comunicantes. Todos están equipados con una cocina pequeña exterior o interior. El conjunto merecería una renovación, pero es muy correcto y colorido. Las habitaciones están pintadas con unos colores flúor muy alegres, pero las cocinas y los armarios son antiguos. En el Village de Ménard cambian las sábanas cada 3 días y se limpia a diario. Los clientes disponen de televisión e Internet, pero te recomendamos que desconectes por completo y disfrutes de tu estancia.

El Village de Ménard abrió sus puertas en 1992 para deleite de su clientela. La pequeña recepción es discreta, con documentación sobre la isla y periódicos a disposición de los clientes, y la verdad es que no presagia un trato tan cordial como el que dan ni un lugar tan agradable como descubrirás cuando te alojes en él. En medio de un jardín tropical, rodeando la piscina que domina un restaurante, 11 casitas albergan los alojamientos propuestos por el Village de Ménard. Estos alojamientos, de color y con una terraza que comunica con el jardín, respiran un ambiente de lo más acogedor y relajado, al que contribuyen tanto las pistas de petanca como las barbacoas. No hay sitio para florituras, este es un establecimiento familiar que puede exhibir orgulloso sus 3 estrellas.

El restaurante domina la piscina en medio de la vegetación. Un entorno tranquilo y natural. Un chef con dilatada experiencia -ha trabajado en el Grand Hôtel du Cap Ferrat, en Suiza y en Courchevel- propone unos platos exquisitos. Cocina únicamente con productos frescos y hace unas combinaciones ingeniosas con los sabores del mundo para conseguir unos platos creativos y deliciosos. ¡Algunos incluso lo consideran el mejor restaurante de la isla! Pero los precios son bastante altos. Calcula entre 15 y 20 euros por un entrante y de 20 a 30 euros por un plato. Afortunadamente, hay menús más asequibles, con una oferta muy rica aunque menos elaborada. El menú infantil sale por 9,90 euros y uno de adulto por 24 o 36 euros, con entrante, segundo plato y postre. Por supuesto, el menú más caro ofrece más variedad y mejores productos. En cuanto a la decoración, es 100% de las Antillas, tanto en los colores como en los materiales. Desayunos por 8,90 euros con pan, café, mermeladas y bollería. A este precio, más vale que te lo prepares tú mismo en la terraza. Aunque puede que te dé pereza a esas horas y prefieras que te lo hagan.

La playa de Vieux Fort está a 5 minutos en coche, cerca de 1,5 kilómetros caminando. El mar azul turquesa y la arena blanca nos recuerdan que estamos en una playa paradisíaca del Caribe.

Por 8 euros, los clientes puedes alquilar una hamaca para toda su estancia o poner una lavadora. ¡No tienen por qué escoger!
Por 13 euros los clientes tienen la posibilidad de que los recojan en la estación marítima y los lleven hasta su alojamiento. El hotel posee todo el equipamiento necesario para bebés.