Los largos pasillos blancos llevan a las puertas de madera oscura de las habitaciones, equipadas con moqueta verde y mobiliario de bambú, que reciben a los huéspedes en un ambiente muy al estilo de los años 60. Disponen de un pequeño salón que te permitirá descansar y sentirte un poco como si estuvieras en casa. En cuanto a equipamiento: cuentan con minibar, aire acondicionado, caja fuerte, albornoces, zapatillas, televisión, teléfono, secador de pelo, cepillo de dientes y productos de aseo. Los cuartos de baño, con bañera o ducha, tienen suelos y paredes de mármol marrón, lo que les da un aspecto un tanto apagado.

Un hotel que hace honor a su nombre, aunque también se podría haber llamado el hotel bambú. De hecho, tras su gigantesca fachada verde, decorada con grandes varas de bambú, la decoración está compuesta por elementos de bambú y el personal va vestido en tonos verdes. Las grandes zonas comunes, demasiado grandes como para que de ellas se desprenda un ambiente acogedor, son, pese a todo, ideales para acoger a los numerosos invitados de las bodas que se celebran regularmente en el hotel. El hotel forma un círculo que se cierra en torno a un patio interior, repleto de flores y en el que se encuentra ubicada la piscina. En cuanto a las demás instalaciones, como la sala de fitness, el spa o los restaurantes, estos se encuentran repartidos por todo el hotel, en zonas agradables aunque sin demasiado encanto.

Cuenta con un total de cuatro restaurantes que harán las delicias de todo tipo de paladares. Empezaremos por nuestro favorito, el Riverside, un pequeño restaurante que se encuentra en una pequeña casita de una planta, toda ella de madera, y que da al exterior. En él se sirven todo tipo de platos de marisco, así como platos tradicionales a precios muy asequibles. El personal no es demasiado rápido, aunque sí extremadamente amable. El restaurante típico de Hué acoge a su clientela con un ambiente de estilo imperial. Para poder acceder a él, debes formar un grupo con otros clientes o puedes solicitar que te unan a otro grupo. No dejes de reservar, ya que te sorprenderán con una divertida puesta en escena, típica de Hué, con una decoración en tonos rojos y dorados. Además, ¡tendrás que disfrazarte! La comida está presidida por un rey y una reina elegidos entre los miembros del grupo. El menú es divertido y abundante y en él se sirven platos típicos. También dispone de dos restaurantes más, en forma de bufé, más típicos de los grandes complejos hoteleros. La cocina es buena y combinan platos locales e internacionales. Dispondrás de una amplia variedad, aunque sin demasiado encanto, en dos salas gigantescas con una decoración muy fría, incluso un tanto kitsch.

El hotel alquila bicicletas, que es el medio de transporte ideal para salir a conocer la ciudad imperial.
Las habitaciones disponen de conexión wifi.