En la puerta de entrada hay un atrapasueños, para intentar cazar las pesadillas, aunque en un lugar de ensueño como este te preguntas si realmente puede haber alguna... Cuando llegas a tu habitación, rápidamente te cautiva la terraza de madera rodeada de una barandilla que domina el jardín tropical. El mar se ve a lo lejos. Relájate sobre la hamaca, dejándote acompañar por el canto de los colibríes y el grito de los monos. La terraza es lo suficientemente amplia como para albergar además de una mesa, dos sillas de madera. Con una superficie de 22 m², la estancia es bastante sencilla: paredes beige, sin cuadros, sin televisor... ¡Mejor, así te sientes realmente desconectado del mundo! Sí que incluye climatización y un ventilador en el techo, una pequeña caja fuerte con llave (gratis), una neverita con minibar, teléfono y acceso inalámbrico a Internet gratis. El pequeño cuarto de baño incluye una ducha, wc y productos de aseo.

Sus infraestructuras se limitan a 12 habitaciones situadas en dos edificios de una sola planta edificados en rocas de granito, en medio de un frondoso jardín tropical de 1.000 metros cuadrados. Es una decoración de ensueño para el Indiana Jones que todos llevamos dentro... No necesitarás piscina: a 150 metros tienes la más grande del mundo. Observa bien tu alrededor y verás colibríes, monos aulladores, titíes... En definitiva, estarás como en la selva.

La Pousada Naturalia ofrece como servicio de restauración solo el desayuno, entre las 8:00 y las 10:00 h, pero está muy bien. Podrás degustar frutas tropicales del jardín (banana, papaya, piña, fruta de la pasión, carambolas...), tartas caseras o zumos de fruta fresca local. Incluso el pan está hecho en casa. Está abierto al exterior, rodeado de una frondosa vegetación, bajo una palapa de madera, entre rocas de granito, mientras te acompaña la melodía de la cascada que cae de una roca... Así, sí se empieza bien el día.

Un pequeño sendero te lleva a una playa virgen, a tan solo 60 metros de la posada. Para ser fiel a la filosofía de Ilha Grande, no encontrarás discotecas, tiendas, restaurantes, tumbonas ni sombrillas. Nada de nada, pero mejor así... ¿Quieres una ducha? Seguro que te encantará refrescarte bajo una cascada natural. El entorno es paradisíaco: la montaña recubierta de selva tropical se une con el Atlántico, con rocas de granito dispersas por toda la isla. Antiguo refugio de corsarios, esta isla del tesoro sería el escenario ideal para una película de aventuras.

El dueño de la posada Naturalia es Laurent, un francés que la empezó de cero. Le encantará darte consejos para que aproveches al máximo tu estancia en Ilha Grande. Ten en cuenta que si quieres ir a Ilha Grande desde Mangaratiba (a 49 km al norte de Angra dos Reis), el barco espera a que haya suficiente gente para zarpar. En temporada baja, pues, corres el riesgo de quedarte todo el día en el puerto. Por ese motivo, te aconsejamos que cojas una embarcación con motor en Conceiçao de Jacarei, en dirección hacia el pueblo de Angra dos Reis. El trayecto dura unos 40 minutos y tiene horarios fijos: a las 11:30, a las 14:00 y a las 17:00 h. No hay coches en Ilha Grande, así que prepárate para caminar por las arenosas calles del pueblo o los senderos del bosque tropical... Pero, ten en cuenta que la isla tiene grandes pendientes: el punto más alto está a 1.000 metros de altura. No hay correos, ni sellos, ni cajeros automáticos en toda la isla.
Laurent nos ha asegurado que no necesitarás contratar un guía en la isla: puedes pasearte tranquilamente por la selva, gracias a su óptima señalización y sus caminos bien balizados (¡lo nunca visto en Brasil!). Te costará decidirte entre las muchas actividades que ofrece la isla: hacer submarinismo, nadar con tortugas de mar, descubrir en barco el archipiélago, organizar excursiones a pie por la selva tropical, bañarte en las aguas cristalinas de cascadas y piscinas naturales... Laurent siempre está dispuesto a dar los mejores consejos. El ascenso a la cumbre de la isla, que alcanza los 980 metros, ofrece una panorámica excepcional de la bahía de Angra dos Reis. Calcula unas 3 horas para subir y 2 para bajar. En caso de enfermedad, debes saber que en la misma posada te podrás curar con las plantas medicinales del jardín... La conexión inalámbrica es gratuita en todo el recinto.