La Casa Azul no tiene nada que ver con los demás alojamientos, así que no te esperes encontrar un hotel o una pensión cuando llegues. Se trata ni más ni menos que de una casa azul (de ahí su nombre), o más bien de una casa rural que te dejará sin palabras. Este establecimiento abierto en 2007 y completamente renovado es uno de los mejores lugares de Mindelo. La arquitectura, tanto interior como exterior, es impresionante y se funde perfectamente con el paisaje que la rodea: montañas para dejar a cualquiera boquiabierto y unas vistas increíbles de Mindelo desde la piscina de piedra. Las diez habitaciones - cada una de ellas con una decoración propia - dan a un patio decorado con hibiscos, bambús y laureles. Un precioso trabajo llevado a cabo por Laure y Eric, los propietarios, a los que conocerás en cuanto llegues. Se puede decir que han sabido darle una segunda vida a esta vivienda que antaño fue una casa colonial y durante mucho tiempo estuvo abandonada. Al verla hoy parece mentira que sea tan reciente... Los propietarios te explicarán su recorrido y el de la casa de manera acogedora y servicial mientras se preocupan de tu bienestar y tu confort. Por el momento la Casa Azul representa todo con lo que se puede soñar llegando a São Vicente: un universo de calma y de relax en el que la naturaleza es lo más importante. Una ventana de encanto abierta a 11 hectáreas de propiedad sobre Mindelo que te costará olvidar.