El Intercontinental es un establecimiento de gran categoría con 425 habitaciones. Los edificios, de aspecto moderno, exhiben una arquitectura de líneas refinadas, de materiales locales, piedra de estuco y piedra de lava, una decoración sobria y refinada. El conjunto se integra en un amplio parque tranquilo y repleto de verdor de 14 ha, plantado con cocoteros y buganvillas. Está decorado con edificios asiáticos tradicionales (Kulkul: torres cuadradas coronadas por un techo piramidal) y estanques que bañan la parte trasera de las instalaciones. Nos ha gustado particularmente el entorno general, en concreto las seis piscinas diseminadas en el parque: bonitas, grandes y con formas originales. El hotel está además muy bien equipado con una sala de fitness digna de los grandes clubs de deportes especializados, dos pistas de squash, dos pistas de tenis y un bellísimo spa en el sótano. Destacan: el segundo spa situado al fondo del parque y el club infantil extremadamente bien equipado (piscina, vídeo y numerosos juegos).