Las habitaciones están situadas a ambos lados de un caminito de tierra y las zonas comunes se encuentran delante de la playa. Una piscina de 40 metros de largo con desbordamiento se arroja al mar y por la noche miles de estrellas la iluminan; ideal para nadar unos largos. En la playa encontramos un pequeño bungalow de madera con hamacas, mecedoras y farolillos, un lugar perfecto para tomarse unas cervezas por la noche.
Se proponen excursiones para ir a ver delfines, así como salidas al mar (kayak, barcos tradicionales, esquí acuático, submarinismo, etc.). También se pueden hacer excursiones a lugares de los alrededores (plantaciones de té, pueblos de pescadores, isla de pájaros, etc.).