


Este pequeño hotel, situado en la costa norte de Kenya, desprende un verdadero encanto gracias a su ubicación y el tamaño de sus infraestructuras, aunque no le vendrían mal algunas reformas. La decoración es escasa y a veces inexistente. En cambio, el personal ofrece un trato muy agradable y servicial. La mayor parte de la clientela procede de Francia y Alemania. Se trata de un sitio al que se va para pasar unas vacaciones relajantes y no se desean realizar actividades durante el día. Y es que el entorno es propicio, ya que el hotel no tiene vecinos, exceptuando algunas casas residenciales. Desde el punto de vista del presupuesto, podrás elegir desde un régimen con solo desayuno hasta el todo incluido.
- Descanso