Las habitaciones y las suites exhiben un acondicionamiento clásico con unos suelos de mayólica pintada a mano y unas decoraciones individuales con varios elementos modernos, en tonos pastel. Las habitaciones están decoradas con gusto y disponen de unas magníficas vistas a la bahía de Lacco Ameno. Gracias a la doble puerta, el riesgo de que te despiertes por el ruido por la mañana o por la noche es mínimo. Hay distintas categorías de habitaciones, algunas incluso tienen un jacuzzi en la terraza.

El spa, de 1500 m2, es uno de los más grandes de la isla. Puedes reservar todo tipo de tratamientos. De hecho, muchos clientes acuden al spa a relajarse y a probar nuevos tratamientos. Posee 128 habitaciones y está dividido en tres partes. El servicio es fantástico, con un toque típicamente italiano. Es un hotel con clase que cuenta con todas las comodidades.

En los dos restaurantes del Regina Isabella puedes degustar una cocina italiana de primera categoría. Los cocineros aprovechan la variedad culinaria de la isla y cada día crean un menú nuevo con una combinación equilibrada de especialidades mediterráneas, platos de pasta ligeros y pescados del día. El restaurante «Sporting» (cocina mediterránea) posee una terraza cubierta y unas vistas impresionantes al mar. El restaurante a la carta «Regina Isabella» sirve el desayuno en forma de bufé.

Este da directamente al mar con una meseta rocosa y una playa pequeña en una cala.

La única crítica que se le puede hacer es que tiene pendiente la renovación de algunas zonas. Los pasillos no han perdido su estilo años 60 y la piscina termal y el spa están un poco anticuados. El estilo global es bastante kitsch, pero es fácil suponer que las vedettes de antaño adoraban este toque pomposo. El encanto sigue estando presente.