


La residencia Rocha Brava, construida como si fuese un pequeño pueblo de casas blancas del Algarve, es un lugar de descanso por excelencia. Un buen lugar para salir a descubrir la parte occidental del Algarve.
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La residencia Rocha Brava, construida como si fuese un pequeño pueblo de casas blancas del Algarve, es un lugar de descanso por excelencia. Un buen lugar para salir a descubrir la parte occidental del Algarve.
La residencia Rocha Brava está situada en la costa oeste del Algarve, a 3 km del pueblo de pescadores de Carvoeiro y a 55 km al oeste del aeropuerto internacional de Faro, es decir, alrededor de una hora en coche. Para llegar a él, es necesario coger la nacional EN 125 en dirección a Lagoa; desde Lagoa seguir Carvoeiro y una vez allí, girar a la izquierda en el segundo cruce, tras pasar la estación de lavado de coches (de color azul). El hotel y la playa (praia, en portugués) están indicados en grande sobre un enorme cartel.
Las 410 unidades (apartamentos y villas independientes) pueden acoger de 2 a 8 personas. Todos los apartamentos disponen de un pequeño jardín y a veces una terraza en la azotea (en los más grandes) con mesa, sillas y tumbonas. Las villas, por su parte, cuentan con piscina y jardín privados. El equipamiento es el mismo, a excepción del de las cocinas: climatización, caja de seguridad (de pago) y televisión por satélite. Teléfono en recepción o cabina telefónica. Los baños están provistos de una bañera. Los apartamentos denominados "de lujo" y las villas cuentan con cocinas equipadas con placas eléctricas, nevera, cafetera y hervidor de agua, horno-microondas (posibilidad de alquiler: 2,50 euros por semana), lavavajillas y lavadora. La decoración está cuidada, pero no es muy original. Incluye servicio de limpieza diario, excepto los domingos, cambio de toallas y sábanas cada dos días.
La residencia Rocha Brava está formada por un conjunto de apartamentos y villas con una capacidad máxima de hasta 3.000 personas. Pero ir a pie no es un problema, el terreno abarca dos hectáreas, y no transmite la sensación de estar en un hormiguero; las viviendas están distribuidas entre una colorida y aromática vegetación (buganvillas, mimosas, palmeras, cipreses, olivos). El alojamiento está al mismo nivel y se ha respetado la arquitectura tradicional de los pueblos de casas blancas del Algarve.
El restaurante Farol está situado en una antigua cuadra, un ambiente coqueto en un estilo parecido a un hostal (chimenea redonda, vigas y arcadas, vidrieras en la ventanas, etc.). Las tres comidas del día se sirven en modo de bufé para el desayuno, en bufé o a la carta para comer, y a la carta para cenar. La fina cocina está inspirada en platos portugueses o internacionales. Recomendamos el pescado. El precio por plato de la carta está entre 10 y 15 euros. Una vez por semana se organiza una barbacoa, así como espectáculos musicales tres veces por semana. La piscina principal cuenta asimismo con un bar. A la entrada de la residencia encontramos una cafetería que sirve desayunos y comidas ligeras.
La pequeña playa pública de Carvoeiro, situada a tres kilómetros de la residencia, está vigilada. Se pueden alquilar tumbonas y sombrillas. De la misma forma, se pueden alquilar hidropedales y catamaranes en las playas vecinas de Centianes y Carvalho.
Se recomienda llevar toalla de baño. Si dispones de coche puedes acercarte hasta dos campos de golf de 18 hoyos (Gramacho y Vale da Pinta), situados a 4 km. Los residentes de la Rocha Brava disfrutan de un descuento por jugar del 50% sobre el precio normal. Durante el verano los clientes provienen principalmente de Inglaterra, Portugal y Alemania, mientras que en invierno son sobre todo canadienses y holandeses.
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