La mayor parte de las 324 habitaciones (de las cuales 11 son suites) dan a la piscina o a un pequeño jardín. Las habitaciones, con una superficie de 35 m², son cómodas y están decoradas al estilo griego, en blanco y azul. Disponen de un cuarto de baño espacioso de mármol, con una bañera, un lavabo de dos senos, bidé, productos de aseo, secador, teléfono, caja fuerte, radio y televisión por satélite (42 canales) y aire acondicionado individual regulable. También hay minibar y hervidor para preparar té y café. Asimismo, hay una pequeña terraza con una mesa y sillas.

Las paredes blancas, las arcadas y las tejas redondas dan al Tivoli Lagos un aire de casa particular del sur. El vestíbulo es acogedor y luminoso y está ocupado en parte por una escalera ancha que conduce a un hall luminoso, un loft donde también hay un bar. Desde allí se accede a las habitaciones, a los restaurantes y al salón con chimenea. En el exterior, una bonita piscina y una gran terraza están rodeadas por los edificios de una o dos plantas ocupadas por los alojamientos. El Tivoli Lagos dispone de un centro de fitness, otra piscina interior climatizada, una sauna y un baño árabe... y, evidentemente, ofrece masajes.
Cabe destacar que el trato en este hotel es especialmente cordial.

El hotel tiene tres restaurantes. El restaurante principal ocupa una gran sala rodeada por cristaleras con terraza. Las comidas se sirven en forma de bufés variados. El vecino The Italian Corner sirve exclusivamente especialidades típicamente italianas para la cena. Por último, el Pateo Velho es el restaurante gastronómico. Ofrece, sólo por la noche, cocina portuguesa en una simpática tabernita pintada de blanco con una agradable terraza que da a los tejados. Asimismo, hay dos bares, uno grande en el interior, que hace las veces de piano bar y una cafetería con terraza, cerca de la piscina.

Bienvenidos a Duna Beach. El Tivoli Lagos dispone de una zona privada compuesta por una cafetería, una piscina y un restaurante de alta categoría en la agradable playa de Meia Praia (grande y de arena fina), a 10 min en minibús del hotel y a 25 min a pie. Hay un pequeño club náutico en las inmediaciones. La playa está vigilada de abril a octubre.

Un minibús del hotel realiza varios trayectos al día para llevar a los clientes hasta la playa de Meia Praia, situada a cinco minutos. Hay un aparcamiento de pago disponible (5 euros al día).
La clientela es principalmente inglesa y alemana.
Acceso gratuito a Internet.
Algunas partes son más recientes que otras, la más antigua es de 1968.