El hotel posee cuatro restaurantes y también cuatro bares. Las comidas se sirven en forma de bufés, refrescantes y apetitosos. La cocina, de buen nivel, tiene influencias locales, francesas o internacionales. Las cenas se animan con veladas temáticas (bufé italiano, asiático, norteamericano, mediterráneo, cocina flameada, cena de gala, etc.). Los desayunos tienen lugar en la gran terraza panorámica de madera, con vistas al mar y a los jardines. Durante el almuerzo y la cena, una inmensa sala puede acoger 650 comensales en un espacio decorado como una gruta, que incluso cuenta con una cascada. El ambiente desenfadado está bastante conseguido. En el exterior, las grandes terrazas permiten disfrutar del sol. En este lugar también es posible pedir a la carta, al igual que en otros dos establecimientos: un restaurante francés, ubicado en una sala más formal (mesas redondas, blancos manteles y un solícito servicio) y una taberna chipriota que sirve los famosos menús de degustación conocidos como mezes en un pintoresco ambiente. El hotel cuenta con cuatro bares.