


Lujo e intimidad se dan la mano en este hotel ideal para clientes que quieran pasar desapercibidos en un pedacito de la Costa Brava. Refinamiento en cada esquina, incluido el miniclub, y tecnología punta en unas habitaciones donde no falta detalle son otros de sus atributos. Eso sí, el lujo del Alva Park se concentra en el establecimiento. Al salir de él, su emplazamiento sigue siendo Lloret de Mar, un municipio más cercano al turismo de masas que al glamour marbellí. Amenities de Molton Brown, muebles de Roche Bobois y vajilla de Royal Albert son algunos apellidos de sus detalles. Se trata así de un hotel no apto para todos los bolsillos.
- Balneario
- Cultura
- Norma internacional
- Bien situado
- Gastronomía