El hotel cuenta con un único edificio cuyo estado es bastante antiguo y su arquitectura, sencilla. Llama la atención el reducido espacio que hay en el lobby, el cual está repleto de máquinas expendedoras de comestibles, recuerdos, chucherías, juegos para niños, etc. También es llamativa una pantalla plana que anuncia los servicios del hotel por lo moderna que es y el contraste con el resto de objetos. Desde Recepción se puede acceder a casi todas las zonas comunes sin necesidad de tomar el ascensor o bajar escaleras. De hecho el lobby conduce de forma directa al bar (con billar, pantalla de tele y máquinas de juego) y al restaurante. En esa misma planta también se halla el miniclub y la piscina. En ambos casos se trata de instalaciones bastante pequeñas, teniendo en cuenta el número de habitaciones, adema? de antiguas. El miniclub es una pequeña habitación con un par de mesas y un armario de juegos y juguetes que denotan un notable uso. Se ha bautizado con el nombre de TopiClub en honor a la mascota de la cadena. La piscina, por su parte, se encuentra en un lateral exterior con apenas espacio para cuatro personas para tomar el sol. La zona más moderna que encontró Easyviajar durante la visita es el solárium, reformado en 2010. En la renovación se cambió el césped artificial por un suelo de terrazo, si bien se mantuvieron las hamacas, bastante dañadas por el sol. Este rincón es de los más agradables del hotel gracias a la vista panorámica, que incluye la Roca Grossa de Lloret, y la tranquilidad general que ofrece. Tres jacuzzis, sombrillas y una barra de bar que abre en verano completan el confort de esta zona que puede utilizarse de 10 a 17:30 horas.