Inaugurado en 2011, el Hotel Único se emplaza en un coqueto palacete del siglo XIX, donde se distribuyen habitaciones, zonas nobles, parking subterráneo, restaurante, salas de reuniones, zona wellness y un jardín privado. Vestido por una fachada de aire clásico, en su interior el hotel luce un diseño innovador, que se aprecia nada más entrar al contemplar la escalera principal renovada por el artista Jacinto Moros, o los mosaicos de mármol, igualmente de corte vanguardista. Llama asimismo la atención la imponente mesa de Recepción, en color negro y de mármol, que recuerda a un despacho notarial, resultando un espacio acogedor para el huésped por su amplitud y dos confortables sillones que la rodean. Uno de los rincones más agradables es el jardín, que cuenta con un espacio chill-out, siendo un buen lugar para relajarse, tomar una copa o leer gracias al ambiente tranquilo que en él se respira. Este espacio también lleva firma, la de Ignacio García-Vinuesa, que se encargó de diseñar una chimenea exterior, la cual arropan jazmines, hiedras y lavandas a modo de jardín vertical. Rodeando la Recepción, se sitúan las zonas nobles del hotel, varios espacios de ámbito común caracterizados por un ambiente acogedor y la diversidad de servicios ofrecidos (prensa gratuita, aperitivos y cafés, según el momento del día). Otra de las instalaciones a tener en cuenta es el wellness suite y fitness center, dos áreas integradas enfocadas al deporte y el bienestar. La sala de fitness está equipada con máquinas technogim como cintas para correr, bicicletas estáticas y un completo equipo de pesas. Espaldera, banco, agua y toallas de cortesía son otros de los detalles disponibles, además de la posibilidad de realizar ejercicios con un entrenador personal. En The Wellness Suite, el cliente puede escoger entre varios tipos de masajes (reflexology, shiatsu, facial peeling, etc.). Para los tratamientos, un equipo de fisioterapeutas utiliza productos naturales y aceites esenciales (Rituals).