


La clase de un hotel y los servicios de un complejo. El Iberotel Apulia es sin dudas la mejor aldea turística familiar que hemos visitado en Salento.
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La clase de un hotel y los servicios de un complejo. El Iberotel Apulia es sin dudas la mejor aldea turística familiar que hemos visitado en Salento.
El hotel se encuentra en Marina di Ugento, frente al mar. El aeropuerto de Bari está a 250 km y el de Brindisi a 120 km.
Las 333 habitaciones del Iberotel están acondicionadas en la planta baja y en el primer piso de edificios mediterráneos claros, y están rigurosamente dotadas de balcón o patio. Se puede elegir entre tres categorías: la doble estándar mide 24 m2, la doble superior 28 m2. Las familias podrán optar por la Family estándar, que incluye una habitación doble, una habitación infantil y un cuarto de baño, mientras que la Family superior ofrece una habitación doble, una habitación infantil y dos cuartos de baño, y la Family superior plus, una habitación doble, dos habitaciones infantiles y dos cuartos de baño.
Independientemente de tu elección, el ambiente, te lo aseguramos, es muy acogedor, y la decoración opta por los colores pastel de la madera clara combinados con la intensidad de las rayas y los dibujos azules y salmón, dando color a un espacio muy bien diseñado.
Por supuesto, encontrarás el equipamiento clásico de las habitaciones de hotel, como un televisor, teléfono, caja fuerte e Internet; también hemos advertido pequeños detalles que demuestran la atención prestada al cliente... Pequeños detalles pero que hacen la diferencia: primero el cuarto de baño, de un estilo agradable; hemos visto en la ducha un dispositivo que sirve para colgar un cordel de tender la ropa, para secar los bañadores, así como un toallero calefactor. En el Iberotel se respeta el medio ambiente: cada sala tiene contenedores para la recogida selectiva de residuos y el clásico minibar, tan poco ecológico, ha sido sustituido por un expendedor de agua para cada grupo de alojamientos. Además, un cántaro y dos vasos en cada habitación evitan la producción de residuos superfluos.
El Iberotel Apulia, como su nombre indica con orgullo, es un hotel y no una aldea turística. Nos gusta imaginarlo como un complejo que se distingue efectivamente del estereotipo de aldea para las familias donde lo básico es divertirse a un precio razonable... Lo consigue gracias a una buena dosis de organización y de calidad que impregnan sus espacios y servicios. Como los complejos, el Iberotel permite elegir un alojamiento "todo incluido" así como una amplia gama de actividades e infraestructuras dedicadas al descanso, incitando a la clientela a no salir para divertirse fuera. En cambio, como los hoteles, presta una atención constante al cliente que disfruta de actividades bien estudiadas y discretas, marcadas por el relax total.
Tras algunas dificultades para comunicarnos con el vigilante del portal, en relación al lugar para aparcar el coche, finalmente entramos en el hall: un amplio pasillo conduce a la recepción; tras haber efectuado el registro y habernos puesto la famosa pulsera (si has elegido la fórmula "todo incluido"), un cochecito eléctrico te llevará hasta tu habitación que puede, en algunos casos, estar bastante alejada, teniendo en cuenta las dimensiones de la estructura.
Después de acomodarte, es el momento de descubrir el complejo. El espacio dedicado a los terrenos de juego se sitúa en el extremo del complejo, mientras que los restantes puntos de encuentro ocupan el centro de la estructura, con paredes de piedra amarilla, baldosa y arriates plantados, por supuesto, de olivos seculares. La clientela dispone de tres bonitas piscinas: infantil, con toboganes, para adolescentes, poco profunda, y la de los adultos, todas rodeadas de tumbonas y sombrillas que han sido objeto de una elección precisa.
El bar del hotel da a este decorado, abierto todo el día hasta la noche. La animación organiza aquí los espectáculos nocturnos, generalmente destinados a los niños. Los clientes que han optado por la fórmula "todo incluido" pueden servirse en el bar en cualquier momento: las bebidas, los tentempiés, los helados...todo está incluido.
Apreciamos la distinción bastante clara entre la "zona nocturna" y la "zona diurna": el alejamiento de las habitaciones en relación al centro del complejo asegura la máxima tranquilidad.
La sala del restaurante es muy grande; continúa en una terraza exterior, desafortunadamente demasiado llena. Todas las comidas se sirven en forma de bufé, pero las bebidas se sirven en la mesa, aunque están incluidas en las fórmulas "todo incluido" y pensión completa. El bufé es de gran calidad. Olvida las bandejas mal alineadas y tan poco elegantes: en el Iberotel, la variedad es inmensa y la presentación cuidada.
Dos primeros se preparan en el momento y el tercero está listo para tomar; sucede lo mismo con los segundos pero, además, gracias a la opción grill, la carne y el pescado se cocinan ante la mirada de los clientes. A esto se añade toda una serie de bufés de entremeses, verduras y postres, para llenar los platos al máximo y chuparse los dedos. Descubrirás pescado, verduras, tartas de fruta, potajes, productos lácteos, pero también platos más rebuscados y diferentes variedades de pan.
Los vegetarianos y las personas que sufren intolerancias alimentarias o que exigen platos concretos, todos encontrarán lo necesario para elaborar un plato a medida, cocinado con productos de calidad. Los niños disponen de su propio bufé, con platos sencillos como pasta sin condimento o con salsa boloñesa, jamón y escalopes.
No necesitas salir del complejo para acceder a la playa: basta con cruzar la pineda que separa la zona de la piscina de la costa. Con los pies en la arena, enseguida nos damos cuenta de que tampoco aquí se deja nada al azar. Elegantes sombrillas blancas y tumbonas marrones se distinguen claramente del naranja tan común y económico; la presencia de un bar contribuye a la calidad del servicio de playa.
Esta construcción de madera, con una terraza cubierta y originales sillas de diseño ideales para tomar algo, domina el mar. La fórmula "todo incluido" llega hasta la playa: las bebidas están incluidas en el precio; lo importante es no separarse nunca de la pulsera maestra. La arena es magnífica, el mar cristalino, ¿qué más se puede pedir?
A diferencia de la mayoría de los establecimientos que hemos visitado en Pouilles, el Iberotel se distingue también por su clientela. La clientela, también aquí básicamente italiana, también está formada por numerosos alemanes, suizos y austríacos.
El servicio de animación es dinámico y activo, sin ser nunca invasor, limitándose a actividades tranquilas.
masaje, salón de belleza, sauna, puesta en forma, EPA, baño turco
tenis, gimnasia, baloncesto, equitación , vela, fitness, deportes
Ero scettico sull'idea del club, ma questo è un ottimo club, organizzato come si deve. Si mangia da dio.
la cucina
la spiaggia