A las puertas de las montañas del Atlas, los hoteles marroquís juegan entre las tradiciones ancestrales y un turismo creciendo cada vez más, lo que da un impulso a los hoteles de la ciudad. Rodeado de 19 kilómetros de muralla, la medina de la ciudad roja está llena de ?riads?, casas tradicionales donde varias familias viven en harmonía. En aquellos lugares maravillosos transformados en casas de huéspedes, las habitaciones adornadas de objetos marroquís, de un gran patio y de una fuente mientras que los techos de color ocre dominan la ciudad. Cabe señalar que los riads pueden ser lujosos o modernos. Puedes encontrar a hoteles en la Medina donde los turistas pueden dormir en un hotel al lado de la hermosa plaza Jemaa-el-Fna con sus encantadores de serpientes y su souks, en lugar ideal para los que quieren pasearse y descubrir la atmosfera de Marrakech. Alrededor de la nueva ciudad, podrás encontrar a hoteles de prestigio en los barrios de Gueliz o del Hivernage, ofrecen jardines abundantes, sabores orientales y un servicio de calidad mediante un precio elevado.