Gonzalo González Beneytez
Jefe de sección
Ubicado frente al palacio real y a unos pasos del barrio judío, el Dar les Cigognes, sin duda forma parte de los lugares con encanto de la Medina. Resulta ideal para las parejas sensibles a la calidad de la acogida, de la comida y del entorno.
Dar Les Cigognes - © EASYVOYAGE
Dar Les Cigognes - © EASYVOYAGE
Ubicado en la parte sur de la Medina, este Dar se encuentra al lado de las tumbas Saadi (una de las principales atracciones turísticas de la ciudad), a unos 10 minutos a pie de la plaza Jemaa El Fna y a 15 min en taxi del aeropuerto (5 km).
El Dar les Cigognes cuenta con 11 habitaciones: 3 superiores, 7 deluxe (la mayoría con chimeneas) y una suite con lounge y una chimenea. Ninguna es idéntica a la anterior. La llamada safi por ejemplo tiene paredes verdes, embaldosados marroquís azules y blancos y un techo de madera pintado. La Harem recuerda las mil y una noches con su cama baldaquín, sus telas y sillones de terciopelo de color rojo. La suite es más amplia y una cortina separa la alcoba de la parte salón de la habitación. Todas las habitaciones del Dar están dotadas de las comodidades modernas: aire acondicionado, teléfono, caja fuerte, conexión internet wifi, secador de pelo y productos de higiene, y albornoces de algodón. Aunque pueda parecer un detalle, tiene su importancia: las almohadas son hipoalergénicas.
Una vez atravesada la pequeña puerta, penetras en el universo del Dar les Cigognes, encantador! Esta antigua casa de un rico negociante se inauguró en el 2004 y fue decorada por Charles Boccara. Concebida alrededor de dos pequeños patios con palmeras y limoneros, esta casa constituye un remanso de paz en la agitada ciudad de Marrakech. En el salón africano se encuentra la pequeña biblioteca con sus recovecos y sus paredes pintadas de colores variados. En la cocina, a pesar de su tamaño angosto, se proponen clases a lo largo de la temporada turística o cuando un cliente las solicite. Más arriba, en la terraza los sillones de mimbre con sus almohadones blancos y las tumbonas invitan al relax a la par de los limoneros. El Dar les Cigognes también posee un spa con un hammam para máximo dos personas y una sala de masaje individual con un techo artesanal muy bello. Las experimentadas masajistas hacen maravillas para relajar a los más tensos.
Todas las comidas (desayuno, almuerzo, té, cena) se sirven en la pequeña sala cerca de la recepción. De hecho el precio de la habitación incluye desayuno, te con pasteles por la tarde, agua y frutas frescas cada día. Al utilizar los productos del mercado varían según las temporadas. Eso sí, hay que pedirlas con antelación, sobre todo para los platos típicos marroquís como el estofado de carne (lleva varias horas de preparación).
El Dar se llama les Cigognes o sea las Cigüeñas por la presencia de estos pájaros en los techos del palacio real que enfrenta. Ojo, no se trata de un Riad sino de un Dar o sea una casa familiar que no dispone de una amplio patio interno dotado de una gran fuente.
masaje, salón de belleza, sauna, hammam, puesta en forma, EPA, baño turco, wellness
btt
Anonyme.
bof!!! couple de proprio en plein divorce donc accueil moins
calme, personnel sympas, piscine propre
pas de service nuit, cafards, ruelle non éclairée, chambre sombre
Miembro de la prestigiosa cadena francesa Relais & Châteaux, la Villa des Orangers pone a la disposición de aquéllos que desean combinar las comodidades con el saber vivir marroquí, un marco tradicional y un servicio inigualable. Su piscina con vistas panorámicas al casco antiguo y al Atlas es otro de sus atractivos.
Con su jardín de 3.000 m², Les Jardins de la Médina es indiscutiblemente el riad más grande de Marrakech y uno de los más acogedores. Antiguamente, perteneció a la familia real, a la princesa Lalla Joumalla. Fue escenario de los juegos de Mohammed VI y sus hermanos y hermanas. Hace algunos años, el riad se convirtió en un hotel con encanto. Oculto tras altos muros, se funde en un exuberante jardín poblado de palmeras bicentenarias y árboles frutales. Conjuga armoniosamente el refinamiento de la arquitectura tradicional con las comodidades de un hotel moderno.
Aquí te sentirás como en casa, recibido por Valérie, la propietaria. Les Jardins d'Hénia es un auténtico remanso de paz cerca del bullicio de la Casba. Entre amigos, en familia o en pareja, ideal para pasar unos días en la ciudad roja sin por ello estar en la medina.
Lo más destacable de este hotel, que forma parte de la clasificación de los establecimientos con encanto de Marrakech, es el patio interno que respira la quietud. Decepciona la parte de la piscina con sus grandes paredes de cemento naranja.
Ideal para parejas, el ryad Dar Anika se encuentra en la zona sur de la Medina, ofrece un cuadro moderno pero carece de autenticidad. La terraza de la última planta domina la ciudad imperial y resulta agradable para descansar un rato a cualquier hora del día.
En el corazón de Marrakech, en las puertas de la Medina y de la Koutoubia, el hotel Ali se beneficia de una situación poco mejorable. Sin embargo convendrá a los viajeros poco exigentes o con un presupuesto ajustado. Si el hotel tiene encantos gracias a sus salones y sus cerámicas, la acogida es fría y ciertas partes del hotel no están cuidadas. Importantes problemas de humedad complican aún más las cosas, es un hotel que abrió sus puertas en 1987, inicialmente era el punto de partida de los senderistas y deportistas.
Este Riad se sitúa en el barrio de la Casba, es decir, en el corazón del distrito más antiguo de la ciudad. Con solo 8 habitaciones, se trata de un pequeño establecimiento familiar y acogedor. El nivel de prestaciones corresponde a un hotel de dos o tres estrellas. Con una decoración típica marroquí y un servicio a medida, aconsejamos esta dirección a las parejas que tienen un presupuesto limitado pero que quieren aprovecharse de un lugar autentico.
El Riad Omar es un establecimiento encantador que se sitúa en pleno corazón del casco antiguo de Marrakech. Con unos precios razonables, es una dirección que recomendamos a las familias. Se organiza alrededor de un espacioso patio donde todas las habitaciones dan sus vista. Con sus paredes cubiertas de azulejos, se trata de un sitio bastante único. Además la terraza en la azotea ofrece una vista increíble de la ciudad. Este establecimiento atrae a una clientela internacional y local, la familia que lo dirige es practicante por ello aplican las reglas religiosas a su comercio: el consumo de alcohol está prohibida en el hotel.
Este lugar mágico y único es difícil de definir. El Palais Namaskar es algo totalmente diferente de lo que se suele encontrar en Marrakech. Es simplemente una maravilla, un auténtico palacio lujoso sin el mal gusto del que pecan algunos hoteles de lujo. El Palais Namaskar no pretende brillar ni ostentar, sino que se basa en la sobriedad y el refinamiento. El lujo queda patente en sus magníficos jardines, en el servicio personalizado que los clientes recibirán desde la entrada al hotel, en la decoración elegante y en la ausencia de extravagancias. El Palais Namaskar se convertirá en el lugar predilecto de una clientela exigente, discreta y sobre todo, rica.
Miembro de la prestigiosa cadena francesa Relais & Châteaux, la Villa des Orangers pone a la disposición de aquéllos que desean combinar las comodidades con el saber vivir marroquí, un marco tradicional y un servicio inigualable. Su piscina con vistas panorámicas al casco antiguo y al Atlas es otro de sus atractivos.
Les Jardins de la Koutoubia, uno de los hoteles de lujo de Marrakech, cuenta con una ubicación privilegiada en pleno centro de la ciudad, detrás de las murallas de la Medina. Un marco suntuoso, mezcla de tradición marroquí y del estilo contemporáneo más chic, así como un servicio excelente, cautivarán a los que dan prioridad al confort.
Con un oasis de verdor a las puertas de la ciudad antigua, el Sofitel Marrakech es un lugar de gama alta que ofrece un entorno agradable, una comodidad de un cinco estrellas y un excelente servicio.
Calma y tranquilidad, pero también lujo y servicios de alta gama. Nada es demasiado para los clientes acomodados. El Amanjena apuesta por los grandes espacios en una arquitectura de inspiración árabe-andalusí. Algunas personas lo encontrarán demasiado «vacío». Es cierto que sus largos pasillos no invitan al paseo. Pero el Amanjena es un valor seguro si hablamos de alojamientos de lujo.
El Taj Palace Marrakech, un hotel desmesurado y fastuoso, dará mucho que hablar y atraerá las visitas de muchos curiosos. Aquellos que puedan permitirse alojarse en un palacio apreciarán el servicio personalizado, la acogida digna de un rey y el detallismo presente en la decoración. Una decoración cargada y llamativa que seguramente no será del gusto de todos. Sin embargo, el lugar merece una visita y atraerá la curiosidad de los turistas.
El Selman, un hotel de lujo muy elegante, se desmarca de los demás hoteles de su categoría gracias a su caballeriza con 12 purasangres árabes. Decorado por Jacques Garcia, el hotel podría parecer un pequeño Mamounia, de Marrakech, aunque la caballeriza le aporta otra dimensión totalmente diferente. El spa Chenot, exclusivo, hará las delicias de los incondicionales de este famoso método de tratamientos.
El Mansour Eddahbi es un lujoso establecimiento situado en el complejo del Palacio de Congresos, que ofrece modernas y múltiples comodidades. Satisfará tanto a los hombres de negocios como a los viajeros que desean disfrutar de un máximo de confort. Pero si buscas intimidad, este no es el lugar ideal.