El hotel cuenta con 36 habitaciones de momento, pero pronto llegará la número 37. Las habitaciones se reparten en pequeñas villas distribuidas por el parque. Algunas tienen una piscina privada. Todas las villas disponen de terraza o balcón. El encanto marroquí de la decoración se siente en seguida. Tendrás la impresión de ser el huésped de una familia marroquí que te da alojamiento durante unos días. Mosaico, alcoba, tragaluz, hierro forjado, tadelack, maderas pintadas... Cantidad de materiales típicamente marroquíes adornan las villas. Todas las villas y las habitaciones tienen una configuración y una decoración diferente, pero el espíritu es el mismo en todas, con el encanto y el refinamiento de Marruecos. Unos grandes vestidores permiten almacenar toda la ropa y demás objetos personales, algo que apreciarán especialmente las mujeres. Todas las habitaciones están equipadas con TV, teléfono, chimenea, aire acondicionado, calefacción, minibar, caja fuerte y kit de té y café. Los cuartos de baño invitan a soñar y a evadirse. Bañera de mármol bajo la alcoba, lavabo de cobre, suelo de mosaico... En dos palabras, sencillez y encanto resumen la atmósfera de este establecimiento. Recuerda que tienes la opción de disfrutar de una villa privada con su propia piscina y su jardín.