


El Red House es un "pequeño castillo" frente a las murallas que dispone de ocho suites de lujo. Dispone de un restaurante gastronómico de reconocido prestigio en el exterior.
- Bien situado
- Descanso
- Encanto
El Red House es un "pequeño castillo" frente a las murallas que dispone de ocho suites de lujo. Dispone de un restaurante gastronómico de reconocido prestigio en el exterior.
El Red House está situado en el barrio de Hivernage, a los pies de las murallas, a unos 15 min andando de la plaza Djemaa el Fna. Para los traslados hasta el aeropuerto que está a 5 km, calcula unos 10 min de trayecto en coche.
Todas diseñadas y amuebladas de forma distinta, las 8 suites se dividen en tres categorías: 4 Príncipescas, 3 Reales y 1 Imperial. De las ocho suites, cinco disponen de balcón. Todas, decoradas con flores, te ofrecen una comodidad óptima: televisión por satélite de gran pantalla con 12 cadenas, lector DVD y vídeo. The Red House te propone cada mes 30 DVD distintos. Las suites están dotadas de minibar con bodega, teléfono directo con teclado integrado para navegar por Internet (un mínimo de dos conexiones a Internet en las habitaciones), caja fuerte, climatización individual... Cada suite dispone de dos cuartos de baño, una con ducha y la otra con bañera hidromasaje. También disponen de albornoces, secador de pelo, espejo de aumento y no menos de 19 productos de higiene. Se ofrecen frutas y pasteles marroquís. Las suites Reales se distinguen de las Príncipescas por ser más grandes y por tener una zona de estar típicamente marroquí. La suite Imperial se parece a un apartamento privado de 200 m², con un salón, dos habitaciones y una inmensa terraza. Y la guinda: la grifería chapada en oro de 18 quilates y la bañera jacuzzi en el cuarto de baño. Si eres romántico apreciarás las grandes camas con baldaquino en la mayoría de las suites. Servicio de habitaciones las 24 horas.
Inaugurado en 2002, El Red House es un refugio de lujo con decorados de castillo, establecido a las puertas de la ciudad antigua. Reformado en palacio de huéspedes de gama alta, esta antigua residencia privada alberga hoy 8 suites y un restaurante gastronómico. Articulado alrededor de un patio central, la planta baja está dotada también de varios salones marroquíes que sirven a la vez de recepción, sala de lectura o de descanso. The Red House se distingue sobre todo por una decoración pulida hasta en sus más mínimos detalles, ofreciendo un ambiente digno de Las Mil y Una Noches: techos pintados, molduras, azulejos, cerámica, larañas en cristal, dorados, muebles de madera preciosa, telas bordadas... Alrededor del recinto se extiende un jardín arbolado con una pequeña piscina lago, climatizada en invierno, muy bien acondicionada con un islote y dos palmeras. Dispone de tumbonas y mesas en madera de teka. Un pequeño inconveniente: el ruido de la calle que bordea el hotel.
El restaurante está recomendado por Gault Millau. Es un lugar que goza de fama y que ofrece una fina cocina gastronómica todas las noches a partir de las siete. Propone comida marroquí e internacional: francesa, italiana, asiática. El restaurante ocupa varias salas muy elegantes, adornadas desde el suelo hasta el techo con azulejos, estucos o madera pintada y unidas por grandes arcos. Dispone de mucho espacio, sobre todo entre las mesas, lo que permite preservar la intimidad de cada uno. Cada noche, una bailarina de danza oriental baila dos veces en el restaurante. Abierto para todos, el restaurante de la "Casa Roja" tiene precios muy asequibles a pesar de su suntuoso entorno y de la comida de calidad. Y también: el desayuno a la carta se sirve hasta las 14:00. Una cafetería y un bar móvil están también a disposición de la clientela al borde de la piscina.
El público que no es cliente del hotel tiene acceso al restaurante bajo reserva. Tiene dos entradas distintas: una discreta, destinada a las personas que permanecen en el hotel y la otra principesca: escaleras de cerámica, pilares y puerta gruesa de madera que se abre directamente a la sala del restaurante.
masaje, salón de belleza, sauna, EPA
tenis, gimnasia, btt
hôtel agréable le service est bien;la bouf aussi en a passer un séjour de reve
propre,exilent service de chambre
trop de monde sur tous au moment de la bouf
aucun probleme ici.
aucun avantage ici.
aucun inconvenient ici.
Hotel propre, personnel sympathique par contre bruyant quand la fenêtre de la chambre donne sur la rue Nourriture convenable
Situation géographique, on peu allé jusqu'à ls placr jamma el fna a pieds et visiter des monuments toujours en y allant a pied
Chambre bruyante Faibles activités Pas beaucoup de nourriture marocaine
El Campaville, situado a 15 min en coche (o autobús de pago) de la plaza Jemaa el Fna, ofrece relajación y tranquilidad en un ambiente agradable donde palmeras, olivos y limoneros se codean. A pesar de su situación un poco alejada del centro, el Campaville es sin duda un hotel de encanto. Un buen lugar donde relajarse en un marco muy agradable.
El Farah (antiguo Siaha) es un hotel funcional, situado en una zona tranquila, muy cómodo para visitar Marrakech.
El Sangho es un club ideal para unas animadas vacaciones en familia o entre amigos. Su parque de 11 ha, sus numerosas infraestructuras y una descomunal piscina, son algunos ejemplos de sus atractivos.
Al descubrir el amplio espacio de recepción sorprende la poca cantidad de habitaciones que alberga este hotel. Y esta es una de sus ventajas. La zona de la piscina y la decoración de las habitaciones también son atractivas. Sin embargo decepciona el spa y el aspecto macizo del edificio de fuera.
El Hivernage hotel and spa, situado en el barrio del mismo nombre, resulta cómodo para parejas y los amantes de los spa y del deporte. Solo lamentamos la ubicación de la piscina, un poco escondida, en la sombra del edificio y con poca vista.
Ubicado cerca de la estación de Marrakech, el Ryad Mogador Guéliz mezcla un decorado tradicional marroquí con instalaciones más modernas. La fachada tiene un aire un poco inhóspito pero las habitaciones son cómodas y funcionales.
¡Otro de los muchos hoteles del Palmeral! Aquí tenemos un nuevo hotel club en Marrakech. Algo que no es nada nuevo ni original bajo el sol de Marrakech. El hotel Cosy Club Marmara Dar Atlas, se ve sencillo y familiar, aunque confortable. Este nuevo concepto de Cosy Club Marmara permite disfrutar la jornada en un club zen (música de salón, cursos de yoga, etc.) en un lugar donde las actividades son discretas. El trato acogedor de la directora sin duda os alegrará la estancia.
El hotel Farouk es una dirección muy económica situada en Gueliz, avenida Hassan II próximo del centro. Cuando lo visitamos en abril 2013, estaba en obras: ciertas las habitaciones han sido reformadas. Se parece más a un albergue juvenil que a un verdadero hotel, sin embargo es muy limpio y si estas allí por un par de noche, es aceptable.
Este lugar mágico y único es difícil de definir. El Palais Namaskar es algo totalmente diferente de lo que se suele encontrar en Marrakech. Es simplemente una maravilla, un auténtico palacio lujoso sin el mal gusto del que pecan algunos hoteles de lujo. El Palais Namaskar no pretende brillar ni ostentar, sino que se basa en la sobriedad y el refinamiento. El lujo queda patente en sus magníficos jardines, en el servicio personalizado que los clientes recibirán desde la entrada al hotel, en la decoración elegante y en la ausencia de extravagancias. El Palais Namaskar se convertirá en el lugar predilecto de una clientela exigente, discreta y sobre todo, rica.
Miembro de la prestigiosa cadena francesa Relais & Châteaux, la Villa des Orangers pone a la disposición de aquéllos que desean combinar las comodidades con el saber vivir marroquí, un marco tradicional y un servicio inigualable. Su piscina con vistas panorámicas al casco antiguo y al Atlas es otro de sus atractivos.
Les Jardins de la Koutoubia, uno de los hoteles de lujo de Marrakech, cuenta con una ubicación privilegiada en pleno centro de la ciudad, detrás de las murallas de la Medina. Un marco suntuoso, mezcla de tradición marroquí y del estilo contemporáneo más chic, así como un servicio excelente, cautivarán a los que dan prioridad al confort.
Con un oasis de verdor a las puertas de la ciudad antigua, el Sofitel Marrakech es un lugar de gama alta que ofrece un entorno agradable, una comodidad de un cinco estrellas y un excelente servicio.
El Taj Palace Marrakech, un hotel desmesurado y fastuoso, dará mucho que hablar y atraerá las visitas de muchos curiosos. Aquellos que puedan permitirse alojarse en un palacio apreciarán el servicio personalizado, la acogida digna de un rey y el detallismo presente en la decoración. Una decoración cargada y llamativa que seguramente no será del gusto de todos. Sin embargo, el lugar merece una visita y atraerá la curiosidad de los turistas.
Calma y tranquilidad, pero también lujo y servicios de alta gama. Nada es demasiado para los clientes acomodados. El Amanjena apuesta por los grandes espacios en una arquitectura de inspiración árabe-andalusí. Algunas personas lo encontrarán demasiado «vacío». Es cierto que sus largos pasillos no invitan al paseo. Pero el Amanjena es un valor seguro si hablamos de alojamientos de lujo.
El Mansour Eddahbi es un lujoso establecimiento situado en el complejo del Palacio de Congresos, que ofrece modernas y múltiples comodidades. Satisfará tanto a los hombres de negocios como a los viajeros que desean disfrutar de un máximo de confort. Pero si buscas intimidad, este no es el lugar ideal.
El Selman, un hotel de lujo muy elegante, se desmarca de los demás hoteles de su categoría gracias a su caballeriza con 12 purasangres árabes. Decorado por Jacques Garcia, el hotel podría parecer un pequeño Mamounia, de Marrakech, aunque la caballeriza le aporta otra dimensión totalmente diferente. El spa Chenot, exclusivo, hará las delicias de los incondicionales de este famoso método de tratamientos.