En la parte izquierda del lodge se encuentran los doce bungalows. Están ubicados frente al mar, en una especie de terreno situado directamente sobre el arrecife de coral. No obstante, esto impide que se pueda acceder directamente al mar desde las habitaciones, lo que es una verdadera pena.
Para llegar a ella, deberás seguir una avenida repleta de exuberantes plantas de jardín y protegido del sol abrasador de Zanzíbar.
El espacio forma parte del prestigio del que gozan los bungalows. Están bien separados entre sí y disfrutarás de una relativa tranquilidad.
Las doce habitaciones están decoradas de la misma forma, la única diferencia es la entreplanta. De hecho, esta es la particularidad que diferencia algunos de esos alojamientos (desde el 7 hasta el 12), situados bajo un tejado tradicional de makuti (una forma típica de trenzar las hojas de palmera). La altura del makuti ha permitido construir la entreplanta de esas habitaciones en las que está instalada una segunda cama. Este tipo de habitación se emplea tanto por las familias como por las parejas, dependiendo de las preferencias.
En lo referente a la decoración, está formada por detalles africanos, un juego de bao de madera, tapices tradicionales y coloridos tejidos que se mezclan con una estética más occidental, como la amplia y cómoda cama y el rincón tranquilo situado frente al mar. A los bungalows se entra mediante una puerta lateral, aunque su forma de semicírculo te conducirá hacia una pequeña terraza que domina la barrera de coral. La esencia misma de las vacaciones la representan la gran hamaca y el diván exterior con sus mullidos cojines. Hay dos amplias puerta-ventanas que dan un toque espacioso a la estructura.
Sin embargo, la guinda del pastel la ponen los cuartos de baño: abiertos en parte a la habitación, ofrecen una decoración más "cavernosa" en la que la piedra coralina, de aspecto bruto, crea un efecto uniforme y minimalista. Los cuartos de baño disponen de bañera y una ducha abierta y son casi tan espaciosos como algunos apartamentos de una gran ciudad.
El ambiente es muy romántico en los bungalows, aunque lo es mucho más en los retiros Safina, Zanizam y Nuru (luz en español). En ellos te sentirás como en un cuento de hadas.
Ubicados en la parte alta del complejo, los tres retiros ostentan unos nombres muy melodiosos: Safina, Zanizam y Nuru. Su ubicación los aleja geográficamente del mar con respecto a los bungalows, aunque la altitud les ofrece la ventaja de disfrutar de unas bonitas vistas sobre el atolón de Mnemba. Visualmente está muy bien. Combinando perfectamente la madera y la piedra coralina (la caliza de la isla), los retiros poseen un agradable ambiente íntimo e increíblemente romántico.
Sus terrazas, que dominan el jardín, les dan un cierto aire de "cabañas en los árboles". Con su salón con hamaca, diván y juegos (todo ello creado en madera y equipado con cómodos colchones y cojines) te sentirás como un auténtico Robinson Crusoe, aunque con todas las comodidades a tu alcance. Además, de la mesa se encarga el personal doméstico de cada "retiro". Un espacio completamente abierto y con unas vistas increíbles: te sentirás estupendamente: ¡como en un sueño!
A continuación, accederás a la parte "coralina" cuyas paredes te arroparán por la noche. Es la habitación más ventilada, con más de cuatro ventanas y puerta-ventanas decoradas con madera de la isla. Es luminosa y fresca y representa la unión entre la piedra coralina y la madera. El cuarto de baño, situado justo al lado, es el reino de la piedra coralina. La bañera es de roca excavada y está situada bajo una amplia ventana con vistas al océano...
Todo ello se completa con una terraza con una piscina privada, un rincón oriental decorado con cojines y tumbonas: desde allí podrás apreciar las vistas a los tejados de Stone Town.
Solo te apetecerá hacer una cosa: quitarte los zapatos y pasear descalzo hasta que se terminen las vacaciones en una especie de retiro de lujo.