Alegres y coloreadas, las 51 habitaciones del hotel (38 de las cuales con camas gemelas y 3 suites) tienen una capacidad respectiva para 4 personas. Todas las habitaciones tienen una superficie superior a 30 m². Por un lado dan al patio y a su vegetación, y por el otro, a una calle bastante ruidosa. Las paredes están pintadas en verde manzana y en amarillo. A modo de espejos, las cabeceras de las camas son de cerámica y terracota. En cada habitación, los huéspedes encontrarán unas camas bastante duras, una mesa de madera maciza, un televisor con una cuarentena de canales, una caja fuerte gratuita, climatización individual (¡muy útil!) asociada con un ventilador en el techo, y un teléfono. Es evidente que se ha pensado la decoración con cuidado, ¡no dudaremos de que nos encontramos en México! En el suelo, el blanco de los azulejos deja entrever la limpieza de los lugares. Naranja y crema, los cuartos de baño son pequeños y están equipados con lo mínimo indispensable: una ducha, un secador y pocos productos de tocador.