


Situado delante del mar, cerca del centro de la agradable localidad de Monastir, el hotel Ribat presenta unas instalaciones modestas pero aun así ofrece una buena relación calidad-precio.
- Deportes
- Balneario
- Familia
- Animación
Situado delante del mar, cerca del centro de la agradable localidad de Monastir, el hotel Ribat presenta unas instalaciones modestas pero aun así ofrece una buena relación calidad-precio.
Monastir es una muy buena alternativa a la ciudad costera de Hammamet. El aeropuerto internacional está a menos de 5 km del centro hotelero, lo que resulta muy práctico. El hotel Ribat está situado en la Corniche, el paseo marítimo. La playa que tiene enfrente no es de las más acogedoras, pero ofrece un buen abanico de actividades. El centro de la ciudad está a unos 15 minutos a pie, el barrio del puerto deportivo queda al lado y se trata de una zona especialmente animada, con muchos bares y restaurantes. Por otro lado, el antiguo fuerte español de Ribat se ha convertido en un espacio dedicado a las celebraciones y el Museo Bourguiba está justo detrás del hotel. A unos veinte kilómetros se encuentra la dinámica ciudad de Sousse, cuya medina está clasificada como patrimonio mundial de la UNESCO y donde se dan cita numerosos comerciantes.
De las 138 habitaciones del hotel, 45 cuentan con una configuración familiar y pueden alojar a más de 4 personas. Los clientes encontrarán dos tipos de decoración: de madera o de hierro forjado. En ambos casos, es agradable y está bien cuidada. Delante de la cama hay algunos muebles y un televisor de tubo que retransmite algunos canales internacionales. Hay climatización individual, caja fuerte de pago, y para realizar llamadas internacionales antes hay que pasar por recepción. No dispone de acceso a Internet. El cuarto de baño es más bien pequeño, está limpio e incluye secador de pelo y algunos productos de aseo. No hay ducha, todos los cuartos de baño disponen de bañera.
El hotel es un establecimiento de veraneo descomunal y estándar, al estilo de los de la región. Se inauguró en 1988, y en 2009 se reformó por completo. La entrada se efectúa a través de una amplia escalera y el vestíbulo, tras las obras, cuenta con un mobiliario moderno y cómodo. Hay una sala espaciosa con sofás, mesas y sillas que se mezclan con mesas de ping-pong y billares. En un rincón de la misma se encuentra un escenario en el que tienen lugar las actividades de animación del hotel. En una pequeña tienda se pueden comprar algunos souvenirs turísticos típicos. Toda la zona de ocio se encuentra al lado del patio. La piscina es relativamente pequeña, pero cuenta con dos toboganes que harán las delicias de los más pequeños. Las tumbonas están dispuestas alrededor aunque la zona ajardinada es algo triste y no está demasiado bien cuidada. Hay un bar que sirve refrescos y bebidas con alcohol, quien tenga algo de apetito lo podrá satisfacer en el snack y también hay un escenario exterior. Algunos aspectos que nos decepcionaron fueron: la piscina interior, mal conservada, el gimnasio, con pocos equipamientos e, igual que el espacio de bienestar, algo oscura. En el interior del establecimiento, las zonas comunes están limpias y son elegantes.
El comedor es fácil de localizar durante la hora de las comidas, ya que el olor de comida frita alcanza el vestíbulo. La sala es grande y las comidas se realizan esencialmente alrededor de un buffet en el que se sirven algunos platos internacionales y locales. Una vez a la semana, y previa reserva, se puede acceder a un menú a la carta de comida italiana. Asimismo, en la piscina hay un snack bar.
La playa es pública.
El hotel forma parte de un complejo que incluye el 4 estrellas vecino. Por lo tanto, los clientes del Ribat pueden disfrutar de su piscina y sus tumbonas.
stretching, wellness, puesta en forma, EPA, sauna, masaje, salón de belleza, baño turco
baloncesto, tiro al arco, vela, patinete, aquagim, tenis, volley, gimnasia, aerobic, fitness, water-polo, deportes, golf, btt
Très belle chambre avec vue sur la mer. Une carte postale grandeur nature. Vue sur une eau turquoise, s'endormir et se réveiller avec le bruit des vagues, le paradis ! L'équipe d'animation est au top. Les animateurs sont courtois, aimables sans être insistants. La cuisine est également au top : menus variés, le seul bémol n'y allez pas pour perdre du poids. Vous aurez envie de goûter tous les plats. Je conseille cet hôtel pour passer une agréable semaine de détente
- vue sur la mer - une route à traverser pour accéder à la plage - la cuisine - les animations en journée et le soir - chambre simple mais confortable
- une partie de l'hôtel en réfection - peu de choses à faire en dehors de l'hôtel sans avoir besoin de prendre la voiture
Une belle chambre avec vue sur la mer. Une carte postale grandeur nature. Vue sur une eau turquoise, s'endormir et se réveiller avec le bruit des vagues, le paradis ! L'équipe d'animation est au top. Les animateurs sont courtois, aimables sans être insistants. La cuisine est également au top : menus variés, le seul bémol n'y aller pas pour perdre du poids. Vous aurez envie de goûter tous les plats. Je conseille cet hôtel pour passer une agréable semaine de détente
- vue sur la mer - une route à traverser pour accéder à la plage - la cuisine - les animations en journée et le soir - chambre simple mais confortable
- une partie de l'hôtel en réfection - peu de choses à faire en dehors de l'hôtel sans avoir besoin de prendre la voiture
Super hôtel personnel très sympa, beau cadre, mais un petit bémol sur la qualité de la nourriture
A quelques mètres de la mer, super piscine.
La clientèle russe un peu trop bruyante
Magnifique hôtel, les chambres sont très propres et spacieuses. Le soleil était au RDV avec plus de 40°. Satisfaits
Situation, l?hôtel est en face de la mer pour une vue imprenable. L'hôtel donne sur un deuxième complexe hotellier via une passerelle , possibilité d'évoluer pendant le séjour sur ces deux structures don double de loisirs
La nourriture est variée en quantité certes, mais tout les jours , c'est très répétitif
hôtel agréable et avec beaucoup d'animations.
animations, 2 piscines, buffet avec du choix. chambre confortable et agréable quand vue sur mer.
plage de l'hôtel assez sale
Recomendamos el Houda a aquellos que deseen pasar unas vacaciones activas sin arruinarse. Situado a pie de playa, este hotel propone deportes terrestres, náuticos y actividades de ocio varias. Su alojamiento funcional es ideal para las parejas y las familias.
En el Miramar, la decoración es refinada, la mesa sabrosa y la animación está presente, pero sin ser excesiva. Este club también cuenta con un centro de talasoterapia. Recomendable en cualquier temporada.
El entorno del Thalassa es especialmente agradable: su bonito vestíbulo ofrece unas vistas a la piscina y a la playa. Y las actividades propuestas son lo bastante variadas para combinar ocio y descanso con brío.
El club Olé Rosa Beach, que ofrece una gran variedad de deportes y animaciones para los turistas bajo el signo de la cordialidad, es un lugar a tener en cuenta por su buena relación calidad/precio.
Este gigantesco hotel es una especie de ciudad con sus tiendas, sus edificios, sus restaurantes y su mercado. Los amantes del hotel con encanto huirán de este lugar sin encanto particular. En cambio, las familias que buscan un lugar animado, donde conocer a gente nueva, estarán encantadas. Y no debemos olvidar que el precio es muy pero que muy atractivo.
Se trata de un hotel enorme, con 505 habitaciones, que puede alojar hasta 1.200 personas. No nos encontramos en la hostelería con encanto, pero aquí el ambiente acogedor se adapta perfectamente tanto a los jóvenes como a las familias. Sin contar que los amantes del golf sólo tendrán que cruzar la calle para golpear la bolita blanca.
El Kuriat Palace es ideal para las parejas que buscan sobre todo espacios verdes, una buena piscina y la playa a los pies del hotel cuando sueñan con unas vacaciones en Túnez. El Kuriat Palace tiene todo esto, aunque también presenta el inconveniente de estar demasiado cerca del aeropuerto. Podrían molestarte los despegues matinales de los aviones. Esto va para los que tienen el sueño ligero, el resto no tendrá problemas. No te puedes alojar en régimen de todo incluido pero las tarifas de la restauración son razonables.
El Skanès Sérail, construido en 2004, es un complejo sin sorpresas en relación a su ubicación, sus prestaciones y su ambiente de vacaciones. La decoración es más bien la de un hotel, pero se organizan animaciones para los que no quieren aburrirse. Cuantos más clientes hay, más se anima el ambiente: así que podrás reunirte con los turistas, ya que a plena capacidad, las infraestructuras de esparcimiento están a rebosar. Despídete de la calma y céntrate en los juegos.
El entorno del Thalassa es especialmente agradable: su bonito vestíbulo ofrece unas vistas a la piscina y a la playa. Y las actividades propuestas son lo bastante variadas para combinar ocio y descanso con brío.
El club Olé Rosa Beach, que ofrece una gran variedad de deportes y animaciones para los turistas bajo el signo de la cordialidad, es un lugar a tener en cuenta por su buena relación calidad/precio.
En el Miramar, la decoración es refinada, la mesa sabrosa y la animación está presente, pero sin ser excesiva. Este club también cuenta con un centro de talasoterapia. Recomendable en cualquier temporada.
Se trata de un hotel enorme, con 505 habitaciones, que puede alojar hasta 1.200 personas. No nos encontramos en la hostelería con encanto, pero aquí el ambiente acogedor se adapta perfectamente tanto a los jóvenes como a las familias. Sin contar que los amantes del golf sólo tendrán que cruzar la calle para golpear la bolita blanca.
El Skanès Sérail, construido en 2004, es un complejo sin sorpresas en relación a su ubicación, sus prestaciones y su ambiente de vacaciones. La decoración es más bien la de un hotel, pero se organizan animaciones para los que no quieren aburrirse. Cuantos más clientes hay, más se anima el ambiente: así que podrás reunirte con los turistas, ya que a plena capacidad, las infraestructuras de esparcimiento están a rebosar. Despídete de la calma y céntrate en los juegos.
Recomendamos el Houda a aquellos que deseen pasar unas vacaciones activas sin arruinarse. Situado a pie de playa, este hotel propone deportes terrestres, náuticos y actividades de ocio varias. Su alojamiento funcional es ideal para las parejas y las familias.
El Kuriat Palace es ideal para las parejas que buscan sobre todo espacios verdes, una buena piscina y la playa a los pies del hotel cuando sueñan con unas vacaciones en Túnez. El Kuriat Palace tiene todo esto, aunque también presenta el inconveniente de estar demasiado cerca del aeropuerto. Podrían molestarte los despegues matinales de los aviones. Esto va para los que tienen el sueño ligero, el resto no tendrá problemas. No te puedes alojar en régimen de todo incluido pero las tarifas de la restauración son razonables.
Este gigantesco hotel es una especie de ciudad con sus tiendas, sus edificios, sus restaurantes y su mercado. Los amantes del hotel con encanto huirán de este lugar sin encanto particular. En cambio, las familias que buscan un lugar animado, donde conocer a gente nueva, estarán encantadas. Y no debemos olvidar que el precio es muy pero que muy atractivo.