El espacio libre que queda para el restaurante gastronómico Gault Millau es bastante grande. La sala del restaurante, decorada con madera trabajada con el tacto local y los métodos antiguos, es preciosa, y los platos que se sirven van perfectamente con el decorado. El menú consta, no de los platos tradicionales a base de queso, sino de una temática gastronómica no muy cara. Por 30 euros, la comida para los que se queden solo a comer se compone de un menú único, con platos originales y sabrosos. Ejemplo de menú: crema de berro, dorada con patatas y sopa de frambuesa. La carta de vinos es bastante precisa y cuenta con más de 150 referencias con precios que van de 22 a 600 euros. Para los que elijan a la carta, podrán escoger entre 5 entradas, 5 platos y 5 postres ya que solo se trabaja con productos frescos (entrada 11 euros, plato 19 euros y postres 7 euros). Detrás de la sala más romántica hay una sala más familiar con mesas grandes en un espacio simple que permite a los grupos de amigos o familia intercambiar sin molestar a los vecinos. Por la mañana, el desayuno se sirve al estilo bufé estándar de buena calidad incluido en el precio.