La antigua casa del Doctor Vuarnet es un chalet viejo completamente renovado. Las campanas colgadas en la pared, las pieles de oveja en los sofás y los antiguos esquís en el techo le dan al lugar un toque personal y encantador. Este salón, con un rinconcito para el bar, otro para la tele pantalla plana, una chimenea, libros y juegos de mesa, un piano, podría ser el suyo o el de esos amigos suyos en casa de los que tanto le gusta quedarse acurrucado en un sillón viendo como cae la nieve. Y para que esos momentos de relajación sean perfectos, disfrute también de la merienda preparada durante las vacaciones escolares con té, chocolate caliente y bufé de galletas. (8 euros por niño y 12 por adulto). Pero aunque los crumbles y las demás tartas sean excelentes, 6 euros por porción es un poco caro.
En el sótano hay una sala de juegos para los niños. Las paredes están pintadas con dibujos multicolores, hay una mesa de ping-pong, un futbolín y una biblioteca. Este espacio es para los niños a partir de 4/5 años, los menores de 4 años se aburrirán. Este espacio carece de encanto y luminosidad y no es tan bonito como el resto del hotel.
Al lado de esta sala ruidosa cuando está llena, está el espacio de relajación, con sauna gratis y un servicio de masaje y manicura de pago para el que hay que reservar.
Se accede a una gran piscina exterior de agua caliente por un pasaje cerrado. El agua está a 28 grados y es agradable aunque esté nevando. Los más valientes podrán tirarse en la nieve antes de tirarse a la piscina.