Todas las habitaciones son diferentes, pero tienen en común la majestuosa decoración, la elegancia y la fastuosidad: candelabro en el techo esculpido, alfombra sobre un bonito parqué, papel en las paredes, cuadros, espejos; no falta nada para que tengas la impresión de estar durmiendo en la habitación de un rey o de una princesa, o más bien de un zar. Están decoradas con muebles auténticos y exclusivos,
inspirados en la decoración del hotel del siglo XIX. No son demasiado amplias (20 m²), pero están equipadas con aire acondicionado individual, televisión por satélite de pantalla de plasma (43 canales), reproductor de DVD, minibar (una botella de agua gratuita), teléfono, conexión a internet wifi y ADSL gratuita, caja fuerte con código electrónico (gratuita), escritorio y cama tamaño king size. Desde las habitaciones se disfruta de unas bonitas vistas; de hecho, algunas dan directamente al Kremlin. El cuarto de baño tiene una bañera dotada de ducha flexible, WC, bidé, secador de pelo, albornoces y zapatillas, productos de tocador, teléfono, pañuelos, báscula y un espejo de aumento.
Las 56 suites históricas del hotel han sido decoradas con
auténticas antigüedades rusas: jarrones, iconos,
lámparas, espejos, estatuas y cuadros.