Para tener más posibilidades de disponer de una habitación con vistas al mar, hay que pernoctar en el Grand Hyatt. En efecto, el 80% de las 280 habitaciones están orientadas hacia la playa. El resto da a la parte trasera, hacia la ciudad y las montañas. Las habitaciones son especialmente acogedoras y muy espaciosas (44 m²); están amuebladas en estilo neoclásico que evoca un poco ciertos palacios europeos. Cuentan con un magnífico baúl de madera esculpida y numerosos cojines sobre la cama que, por suerte, evocan la tradición árabe. Los cuartos de baños, revestidos de un mármol precioso, merecen una mención especial. Están equipados de ducha y de bañera, de secador de pelo y de una báscula. Hay albornoces tipo kimono disponibles, así como una cesta surtida con productos de bienvenida. El resto de las instalaciones asegura un gran confort: climatización, teléfono directo, televisión por satélite (con Euronews), minibar, caja fuerte, así como un galán de noche para colocar la ropa.