


Visto desde el cielo, el Iria Mare ofrece una configuración un tanto particular. Construido a lo largo, sobre una franja de tierra y rodeado de campos, parece algo aislado, lo que supone una ventaja para quienes busquen tranquilidad y descanso. De hecho, ningún ruido molestará a los viajeros, instalados en uno de los bungalows de un blanco inmaculado. Quienes deseen unas vacaciones tranquilas, repletas de siestas y de lectura en la playa estarán encantados. Los demás deberán pasar de largo.
- Balneario
- Animación