Las 74 habitaciones, espaciosas y con techos altos de madera vista, son todas de la misma categoría y están equipadas con cama con baldaquino, cubierta por una mosquitera, mobiliario de madera oscura y con cortinas, paredes y lámparas blancas. En general, resulta sencillo, natural y muy elegante. Todas las habitaciones dan a una terraza de madera que permite acceder, en algunos casos, a la playa y, en otros, al jardín. En las habitaciones se respira un ambiente sencillo y natural, pero cuentan con algunos detalles y equipamientos que marcan la diferencia con respecto a otros hoteles y nos recuerdan que estamos en un hotel de gama alta. De hecho, no solo ofrecen un servicio de té y café, sino que además encontrarás chocolate (excelente y original), y en el armario encontrarás albornoces, ligeros y de algodón, y zapatillas confeccionadas con fibras naturales. Asimismo, encontrarás repelente de mosquitos, impermeables, aloe vera, caja fuerte (miniatura), un adaptador y una bolsa para meter tus prendas mojadas. También dispones de un escritorio con cable para conectarte a Internet, una gran caja de madera con papel de cartas, tarjetas postales y bolígrafo de madera y sobres. Un detalle original son los mensajes enrollados que podrás encontrar en diferentes sitios de la habitación, en una botella sobre la cama a tu llegada, en el escritorio, etc. Estos mensajes te explican el funcionamiento del hotel e incluyen un plano de las instalaciones. Los cuartos de baño son magníficos, con una puerta corredera que lleva al exterior, un patio protegido, aunque exterior, rodeado por un grueso muro y una gran bañera encastrada en el suelo con capacidad para más de una persona. Y eso no es todo. Dispones además de una gran ducha que te hará disfrutar de unos momentos placenteros y, algo inusual, la bañera es de hidromasaje. Sí, un auténtico jacuzzi en tu patio privado. Todo un lujo que, pese a todo, se verá interrumpido por el ruido del tráfico de la carretera situada junto al hotel?