Gonzalo González Beneytez
Jefe de sección
El hotel Ellington, a pocos kilómetros de Juan-les-Pins y su famoso festival de jazz, evoca este estilo musical con su ambiente acogedor, elegante y seductor y ofrece a su clientela un marco elegante y agradable tanto en el interior como en el exterior. Una pequeña joya musical en el corazón de Niza.
Ellington - © Patrick SAGNES / EASYVOYAGE
Ellington - © Patrick SAGNES / EASYVOYAGE
El hotel Ellington se encuentra en el número 25 del Bulevar Dubouchage, es decir, en pleno centro de la ciudad de Niza.
La orilla del mar, el Paseo de los Ingleses (Promenade des Anlgais) o el Casco Antiguo están todos a menos de un kilómetro a pie del hotel. En las calles comerciales de los alrededores del hotel, a poco metros, abundan las tiendas, restaurantes y bares.
A pesar de encontrarse en el centro de la ciudad, el hotel Ellington se ubica en un barrio relativamente residencial por lo que los clientes no tendrán que soportar el ruido de la vida nocturna o de las arterias comerciales.
La estación de trenes de la SNCF se encuentra a un kilómetro del hotel, a unos 10 o 15 minutos a pie. Desde el aeropuerto, los viajeros pueden coger el autobús 23 o 52 hasta la estación SNCF y de ahí, el tranvía en dirección a «Pont Michel» hasta la parada «Jacques Médecin» a 400 metros del hotel.
El hotel Ellington dispone de 100 habitaciones que se dividen en las categorías clásica, deluxe, ejecutivas y suite Júnior.
A nivel de decoración, las habitaciones se dividen en tres ambientes: hierro forjado y colores cálidos del sur; madera wengué y tonos vivos con un aspecto más moderno; estilo Luis XVI con un clasicismo afrancesado.
El resultado es similar a la decoración de las zonas comunes. Estas habitaciones de estilo moderno tienen mucha clase. Las habitaciones clásicas presentan dos variantes en cuanto a la decoración: mobiliario de hierro forjado con colores del sur o tonos suaves y cálidos del Sahara. No son enormes pero cuentan con un espacio relativamente cómodo y están equipadas con aire acondicionado, caja fuerte, televisión de pantalla plana, conexión a Internet inalámbrica, minibar y bandeja de bienvenida con té y café.
Las habitaciones deluxe son más grandes que las clásicas y disponen además de albornoces y una botella de agua de regalo. Muestran un ambiente de diseño con mobiliario de madera wengué y bonitas cortinas de seda roja.
Las habitaciones ejecutivas son las más grandes del hotel y también muestran dos ambientes: a la francesa con un mobiliario de estilo Luis XVI o elegantes con muebles contemporáneos. Disponen además de una máquina de café Nespresso y conexión a Internet inalámbrica gratuita.
Las suites Júnior cuentan con un salón y una habitación y el mismo equipamiento que en las ejecutivas.
Las habitaciones tienen vistas a la calle Dubochage o al patio.
Los cuartos de baño presentan un estilo moderno con baldosa gris oscuro y blanco roto y todas, salvo dos, disponen de bañera y de secador de pelo. Los wc no están separados.
El hotel Ellington se encuentra en una auténtica casa nizarda que data del 1920, burguesa, con elegante fachada rosa que hace pensar que el visitante se adentra en un universo de lo más cursi, aunque no es el caso para nada. Tras la fachada colorida se esconde un ambiente de lo más jazz, elegante y encantador. Nada más entrar en el vestíbulo el cliente se dará cuenta de que este hotel no solamente lleva el nombre del Duque, el famoso pianista de jazz, si no que lleva impresa el alma de su música.
Techos de moldura, mobiliario de marca, parqué, tonos grises más o menos claros y el acogedor ambiente del vestíbulo evocan el refinamiento de la música del artista al que nos imaginamos deambulando por el lugar con su elegante traje. El Duke Bar & Lounge al lado se sumerge en un estilo similar de los años 50-60 con barra de madera, parqué, sillones de cuero, piano y una luz tamizada que le conceden al lugar el caché de las noches swing de los clubes de jazz neoyorquinos. Después del bar se abre un espacio muy agradable y acogedor con sillones de cuero y un chimenea moderna de mármol negro, ideal para relajarse con la música jazz de fondo.
Este lounge separa el vestíbulo y el bar de la sala del desayuno y gracias a su cortina se puede cerrar para crear un salón lounge más íntimo.
La sala del desayuno goza de luz natural que penetra por los grandes ventanales y está equipada con un mobiliario de madera oscura, parqué y un techo trabajado; es elegante y acogedora.
Las puertas-ventana del bar se abren a un patio rebosante de luz donde reina la tranquilidad equipado con cómodos asientos y sillones de hierro forjado, el lugar ideal para desconectar de la ciudad mientras se toma algo o simplemente se descansa.
En el vestíbulo se encuentran los dos ascensores para subir a las plantas donde están las habitaciones a las que accede a través de largos y estrechos pasillos agradablemente decorados con bonitas fotografías en blanco y negro de las grandes figuras del jazz.
El hotel Ellington no cuenta con ningún restaurante, solo dispone del servicio de desayuno y los platos que se proponen en el servicio de habitaciones.
Los clientes podrán pedir tostadas, emparedados de jamón y queso, club sándwiches, pasta, tajine de pollo o postres en el servicio de habitaciones que funciona de las 7:00 a las 00:00 h.
El desayuno se sirve en formato bufé caliente y frío y se compone de huevos revueltos, bacón, salchichas, patatas, ensalada de tomate o de pepino, macedonia, fruta fresca cortada o entera, queso fresco, queso en rodajas, jamón dulce, yogures, cruasanes, napolitanas de chocolate, panecillos, bollería, pequeñas crepes, cereales, etc. La bollería y los pasteles son caseros. Se puede tomar en la sala del desayuno o en la terraza con capacidad para 70 personas. También es posible pedirlo en la habitación en forma de desayuno continental compuesto de un cruasán, 2 panecillos, bollería o pequeñas napolitanas de chocolate, una porción de queso cantafrais y de camembert, un yogur, dos raciones de mantequilla, 2 tarritos de mermelada y dos de Nutella, miel, café, té o chocolate con leche, un zumo de naranja, leche, cereales y macedonia.
El hotel Ellington ofrece a sus clientes la posibilidad de beneficiarse de la playa privada de su socio, el Opera, a pocos minutos a pie del hotel, en el Paseo de los Ingleses donde se les obsequiará con toallas de baño y una botella de agua mineral.
El hotel no dispone de infraestructuras adaptadas a las personas con movilidad reducida.
Una vez por semana se organizan conciertos de jazz en el Duke Bar & Lounge del hotel, así como noches temáticas, generalmente dedicadas a una marca de alcohol, y cursos de tango argentino.
Se aceptan animales de compañía con un suplemento de 10 euros.
El hotel dispone de un servicio de habitaciones de 7:00 a 00:00 h cada día.
sauna, salón de belleza, baño turco, masaje
fitness
Anonyme.
Petit hôtel de charme très sympa, tout était parfait, nous avons passé un weekend très agréable
Chambre spacieuse, propre,tout confort, avec machine à café Nespresso. Le hall très bien décoré, le patio est très agréable pour le petit-déjeuner ou un verre lesoir et le personnel de tout l'hôtel est adorable et l'hôtel est super bien pla
Pas de vue mer, pas de restaurant à l'hôtel, mais comme il est au plein centre ville, il y a beaucoup de restaurants aux alentours
Anonyme.
Direction l'Ellington, situé à quelques pas seulement des zones piétonnes Niçoises, pour un séminaire. A mon arrivée, je découvre un hôtel à l'architecture très raffinée, un voiturier et un personnel accueillant et au petit soin. J'ai apprécié le patio central très fleuri où l'on peut prendre un apéritif le soir en écoutant un artiste en live façon piano-bar extérieur. Les chambres sont très propres et pleines de charme, les salles de réception très chaleureuses... Idéal e
- Idéalement situé - Un accueil chaleureux - Un service irréprochable - Propre et raffiné - Rapport qualité/prix correct - Chambres spatieuses - Voiture prise en charge - Proche commodités/transports en commun - Petit déjeuner exceptio
- Légèrement bruyant - Décoration un peu passée - Literie de qualité - Mauvaise insonorisation
El West End es uno de los primeros hoteles de Niza y está ubicado en un edificio que data del siglo XIX. El establecimiento cultiva un ambiente retro y es más aconsejable para las parejas que para las familias.
Este hotel, juvenil y de diseño, está situado a dos pasos del casco antiguo de Niza, junto al mar. Sin duda, un hotel para seducir a una clientela joven en busca de un momento de descanso entre dos salidas nocturnas por la Costa Azul.
Un establecimiento de la célebre cadena francesa, que se inscribe en los tonos requeridos para este tipo de hotel. La cercanía con el centro - el hotel está en pleno corazón del Paseo de los Ingleses - lo convierte tanto en un destino de verano como en un alojamiento para un fin de semana cultural en Niza.
La nueva joya de la cadena Boscolo está destinada a una clientela de clase (más) alta. Ideal para parejas que profesan pasión por la decoración y por el... blanco. El gusto por los detalles, un servicio atento y unas prestaciones muy a la moda intentan incluir este (nuevo) establecimiento entre los hoteles importantes de la costa.
Tarjeta de presentación del Mercure Notre-Dame: hotel urbano en zona de baños termales. Es cierto que, al no estar junto al mar, intenta diferenciarse por sus prestaciones. Como ejemplo destacamos la terraza de la última planta, con una panorámica de 360 grados. Desde ésta se ve el casco antiguo de Niza y un trocito de mar. Un hotel recomendado más bien para parejas que para las familias.
Si uno se fija en la arquitectura tanto interior como exterior del B4 Park podría pensar que se trata de un hotel con mucho encanto y caché, aunque la decoración de los inmensos espacios, o más bien dicho, la falta de ella, crea un sentimiento de vacío bastante deprimente.
El B4 Hotel Plaza, con una situación privilegiada en el centro de la ciudad, presenta una magnífica arquitectura Belle Époque. Las zonas comunes son algo frías aunque todo se arregla con la bonita terraza de la azotea.
Un hotel familiar en el centro de Niza, con aires de hotel urbano. Situado en un bonito edificio antiguo, de aparente estilo Renacentista, el hotel es ideal sobre todo para las parejas.
El hotel Le Negresco es el palacio emblemático de la Riviera francesa. Este hotel es un verdadero museo y joyero de cinco siglos de historia del arte francés, y ofrece un universo fuera de lo común tanto por la riqueza de sus piezas como por su diversidad. La decoración del restaurante La Rotonde es un ejemplo que demuestra la hermosa locura creativa que lo convierte en un establecimiento realmente mágico.
La nueva joya de la cadena Boscolo está destinada a una clientela de clase (más) alta. Ideal para parejas que profesan pasión por la decoración y por el... blanco. El gusto por los detalles, un servicio atento y unas prestaciones muy a la moda intentan incluir este (nuevo) establecimiento entre los hoteles importantes de la costa.
El Palais de la Méditerranée siempre ha sido, desde los años 20, un lugar emblemático de la Riviera, primero como casino y hoy en día como hotel 5 estrellas. Podemos decir que esta reputación es bien merecida, pero lejos de la frivolidad que esta podría conferirle, el Palais de la Méditerranée trata a sus invitados con elegancia, calidez y clase. Es un gran hotel.
El hotel La Pérouse es una de las perlas de la hostelería de Niza. Su situación, su estructura en terraza en la falda de una colina y la calidad de sus prestaciones, lo convierten en un hotel que rebosa encanto. Es un hotel muy recomendable para los turistas que quieran pasar una estancia en pareja en Niza.
El Hipark Résidences ofrece un concepto ideal a las familias o a las parejas que deseen combinar los mismos servicios que puede proponer un hotel con la autonomía que ofrece un apartamento, especialmente equipado con una cocina. Con un estilo contemporáneo, una sala de deporte, una sauna y una cabina de masajes, el Hipark Résidences sería casi perfecto si no estuviese tan alejado del centro.
Un establecimiento de la célebre cadena francesa, que se inscribe en los tonos requeridos para este tipo de hotel. La cercanía con el centro - el hotel está en pleno corazón del Paseo de los Ingleses - lo convierte tanto en un destino de verano como en un alojamiento para un fin de semana cultural en Niza.
Este hotel bien situado goza de la calidad y de la categoría de esta cadena internacional. Limpio, luminoso; no hay mucho que decir sobre este establecimiento, ya sea positivo o negativo... Quizás el hecho de pertenecer a una cadena internacional hace que esté demasiado encasillado. Sin embargo, las habitaciones amplias son ideales para las familias o las parejas.
Este hotel, juvenil y de diseño, está situado a dos pasos del casco antiguo de Niza, junto al mar. Sin duda, un hotel para seducir a una clientela joven en busca de un momento de descanso entre dos salidas nocturnas por la Costa Azul.