El Melia Bali, provisto de un edificio principal con un amplio vestíbulo y cuatro alas con 500 habitaciones, está situado en un gran jardín tropical muy bonito con cocoteros, buganvillas, plataneros y mahonias. La arquitectura es de inspiración asiática aunque sin gran refinamiento y la decoración es agradable pero mejorable. El hotel, aunque con gran capacidad, ofrece un entorno bastante ventilado y un buen acceso al mar. Destaca por la calidad de sus instalaciones: bonita piscina, spa, minigolf, tenis, squash, club infantil y múltiples prestaciones: salón de belleza, masajes, cursos de cocina y actividades de animación. Una parte del terreno está reservada para chalés privados con piscina particular.