Las 29 habitaciones de diseño del Bale se componen de 20 villas estándar (240 m²) y de 9 "de lujo" (entre 350 y 480 m²) de una planta. Tres pabellones de 480 m² cada uno cuentan con dos habitaciones. Todos cuentan con piscina privada y acaban de renovarse. En el interior, las habitaciones espaciosas, a la vez sobrias y espectaculares, cuentan con una gran cama con numerosos espacios para guardar la ropa y con cómodos sofás. Como era de esperar, el equipamiento es irreprochable: televisión con pantalla grande, cadena hifi con CD, lector DVD si se solicita, caja fuerte gratuita, discreto aire acondicionado individual, asociado a un ventilador, minibar con kit de té y café, teléfono directo y conexión a Internet. Evidentemente, hay servicio de habitaciones las 24 horas. Enfrente de la cama y a los lados se abren grandes ventanales para que el sol caliente el espacio. Las puertas correderas permiten pasar al exterior y al estupendo cuarto de baño luminoso, con un lavabo doble a ambos lados, una bañera en medio, una ducha separada y otra en el jardín interior, un espejo de aumento, un secador de pelo, albornoces, zapatillas y lujosos productos de tocador de la marca The Bale (entre ellos 12 jabones). Rodeada de las altas paredes de las villas, la terraza cuenta con una parte cubierta en la que encontraremos una gran cama y tumbonas. La piscina desbordante de 15 metros de largo permite apreciar la belleza del campo de golf.

Entre negro, gris y blanco, The Bale es admirable por sus líneas depuradas con una extraña elegancia, diseñadas por el arquitecto indonesio Anthony Liu en mitad de la naturaleza. La arquitectura minimalista y geométrica del Balé contrasta con la mayoría de la oferta hotelera de Bali. El vestíbulo, muy relajante como el resto del hotel, cuenta con una escalera que sube, rodeada de árboles, a otros espacios comunes y a las habitaciones repartidas a cada lado. La homogeneidad y la armonía del conjunto instalado en la colina de Nusa Dua es chocante: por todas partes se abren espacios y caminos acuáticos cubiertos de piedrecitas negras, en esta propiedad de 1,6 hectáreas en el que el espacio parece siempre importante. Por la noche, la luz indirecta baña las piedras y los estanques nuevos. Todos los meses, un artista local expone sus obras en el recinto del hotel. El spa oferta un amplio abanico de tratamientos realizados según los rituales de cuidados balineses a base de productos naturales. También ofrece masajes Tai, y a diferencia de otros muchos hoteles, una terapia que usa cristal y piedras calientes (semipreciosas). Reconocidos profesores en la materia son invitados a permanecer algún tiempo en el complejo para impartir cursos. En el hotel, que cuenta con wireless, trabajan 120 empleados.

La atención se centra principalmente en la calidad y el frescor de los ingredientes propuestos en el restaurante principal "Faces" de 28 plazas. Abre de 7:00 a 23:00 h. Cubierto y al aire libre, el espacio rectangular de diseño da a la piscina común. En una de las extremidades, el chef Texan y su equipo se ponen manos a la obra para realizar más de 15 platos (de los que 8 son especialidades indonesias) propuestas a la carta para cenar. No dudes en informar a la cocina de tus necesidades si estás de régimen, ¡harán todo lo que puedan! Cada día, la pesca permite que se ofrezcan platos distintos. También cocinan platos vegetarianos o muy equilibrados, particularmente en el segundo restaurante, el del spa, abierto de 10:00 a 22:00 h. En el plato, el gran cuidado otorgado a la decoración es muy acertado. No pases de largo y disfruta de los cócteles variados y originales, así como de los sorbetes caseros, por ejemplo los de limón. En cuanto a los vinos, la elección es abundante entre los vinos de Francia, Nueva Zelanda, Chile, Italia, EE.UU.... También se puede comer en la villa. Además, hay una cava de puros.

El club de playa del The Bale abre de 9:30 a 18:00 h. Para llegar a la playa Geger, poco frecuentada, se tardan unos 2 minutos en coche y 15 minutos andando. El desnivel puede ser importante en función de las mareas. El hotel se ocupa del club junto con la comunidad local, en lo referente a las comidas, las bebidas y los deportes náuticos. Los turistas están invitados a experimentar el estilo de vida local (por ejemplo, el desayuno en el restaurante balinés por 2 euros). Los residentes del hotel cuentan con un espacio específico con 18 sombrillas y tumbonas. Se ofrece un kit de playa, con toallas y agua. En la orilla no hay muchas algas, a pesar de los parques de algas situados a la derecha del club de playa. Los surferos adoran este lugar porque las olas rompen en la barrera de coral visible a lo lejos (hay 2 barcos que les llevan). Atención, The Bale no recomienda ningún deporte motorizado.

No se aceptan niños menores de 16 años (¡y no de 12!) para garantizar un máximo de tranquilidad a su clientela, europea en un 60 %. Por esa misma razón, The Bale no ofrece espectáculos. No es un hotel recomendado para quienes tengan dificultad para desplazarse ya que hay muchos escalones (ineludibles). Se trata de un lugar elegido por muchas parejas para pasar su luna de miel. También se solicitan los paquetes de golf o relajación. Como regalo de bienvenida se ofrecen 15 minutos de masaje en el spa. Se imparten cursos de aquapilates. Hay 5 coches disponibles para llevar a los clientes a la zona de Nusa Dua, de Tanjung Benoa y al aeropuerto.