Gonzalo González Beneytez
Jefe de sección
Este hotelito rodeado de boutiques elegantes acoge a sus clientes en un ambiente de diseño. Es cierto que las habitaciones son pequeñas, pero el equipamiento y el trato hacen de este establecimiento un lugar muy agradable y cómodo para descubrir la ciudad.
Thon Gyldenlove - © P SAGNES
Thon Gyldenlove - © P SAGNES
El hotel, en una calle comercial rodeada de tiendas elegantes, está a la misma distancia del parque Viegland que del palacio presidencial. El tranvía que lleva hasta el centro para justo enfrente; los más valientes podrán ir a pie hasta el puerto, un cuarto de hora largo.
Las 168 bonitas habitaciones disponen de una decoración contemporánea. Todo es blanco, las paredes, las sábanas, el escritorio, el armario, etc. Solamente la pantalla plana y el parqué rompen este entorno blanco como la nieve. Lámpara original en el escritorio, minibar electrónico, televisión con pantalla plana; los equipamientos le dan un toque de modernidad a esta pequeña habitación. El cuarto de baño está prácticamente en la habitación. El lavabo está a un metro de la cama y detrás de una puerta corredera de cristal se encuentra la ducha y los wc en un espacio pequeño. Ducha a ras del suelo, embaldosado gris en las paredes, el conjunto es moderno y está muy limpio. En cuanto a los equipamientos, encontramos también tabla de planchar y un secador de pelo más potente que en la mayoría de los hoteles.
El hotel, discreto, solo dispone de una pequeña puerta de entrada, pero su cartel de gran tamaño lo hace bastante visible. El vestíbulo de acogida es pequeño; en el mostrador encontrarás algunas manzanas verdes que podrás coger. Enfrente, hay un ordenador conectado a Internet al lado de una máquina de café que los clientes pueden tomar de manera gratuita para permanecer despiertos hasta la noche. Como infraestructuras, el hotel solamente dispone del pequeño vestíbulo, una sala para el desayuno en la segunda planta y las 6 plantas donde se encuentran las habitaciones, pero es más que suficiente para una estancia en Oslo. El resto, lo encontrarás en la ciudad.
Para desayunar ve a la segunda planta donde te espera un buffet de platos salados y dulces y, como sucede a menudo, un café muy flojo. Todo ello en una decoración agradable y de diseño. La bollería es bastante buena y los amantes del salmón, los huevos, el jamón u otros platos salados estarán encantados. El único inconveniente es que la sala y el buffet son pequeños en comparación con la capacidad de acogida, así que hay que hacer cola.
Justo al lado del hotel hay un restaurante, el Patio, que propone platos sencillos pero sabrosos y a un precio aceptable para almorzar y cenar.
En la recepción hay un ordenador conectado a Internet que podrás utilizar sin suplemento alguno y si dispones de tu propio ordenador, podrás conectarte al wifi también de manera gratuita.
masaje, salón de belleza, baño turco
fitness, deportes
Este hotel situado en pleno centro de la ciudad ofrece un ambiente distendido y acoge a una clientela habitual que da fe de la calidad del trato y del confort. Aquí nada de cursilerías; confort y una cocina familiar: precisamente lo que buscas en un hotel urbano. Ni más, ni menos.
The Grand, una institución en la capital noruega, se asienta en una vivienda con encanto en pleno centro de la ciudad. Las estrellas que están de paso en la ciudad se citan aquí. Apreciamos los servicios reservados a las mujeres, únicos en el mundo, y su ambiente mezcla de autenticidad y modernidad.
Tratándose del único hotel de diseño del centro de la ciudad, el pequeño recién llegado de Oslo (abierto en 2008) aclama alto y fuerte su identidad. Los amantes del arte contemporáneo se sentirán como peces en el agua; los demás quizás encuentren el ambiente un poco frío. En cuanto a sus habitaciones, ¡todos quedarán decepcionados! En nuestra opinión, todavía no se merece su 5ª estrella.
Este hotel, elegante y cómodo, es el típico ejemplo de un establecimiento en el que te sentirás como en casa, además de estar limpio y ordenado y disponer de una decoración clásica. La ubicación ideal a dos pasos del puerto y del centro de la ciudad se ve perturbada por la carretera de 3 carriles que pasa por delante del hotel. Paciencia, desaparecerá en 2012.
Agradable, acogedor y en el centro de la animación, este hotel sabe cómo destacar gracias a su restaurante, que ofrece en el desayuno, el almuerzo y la cena cocina típica, a buen precio y variada. Si se añade una pizca de historia, aparecerá el encanto. Sin duda una de las mejores relaciones calidad-precio-ubicación de la ciudad.
Al Clarion Collection, un magnífico hotel romántico situado en un barrio tranquilo de Oslo, no se le puede reprochar nada. Este hotel que mezcla lo moderno con lo antiguo con un resultado de gama alta es perfecto para descansar y dejarse mimar mientras se aprovecha de la ciudad.
Un hotel en el que te sentirás bien. Confort, calma, atmósfera distendida y ambiente íntimo, es casi como estar en casa. Las habitaciones son todas diferentes, el restaurante es suculento, el salón es agradable, el personal es acogedor y la decoración, original. A este establecimiento no le falta de nada, pero... siempre encontramos un pero.
Este hotel en el centro de la ciudad acoge a hombres de negocios de septiembre a junio y a veraneantes en julio y agosto. Cómodo y de diseño, no posee mucho encanto y su tamaño gigantesco no le confiere un ambiente muy cálido. Con sus 503 habitaciones es el hotel más grande de Noruega. Si bien cabe destacar el esfuerzo que hace en tratar de complacer a las familias en verano, podría hacerlo mucho mejor...
The Grand, una institución en la capital noruega, se asienta en una vivienda con encanto en pleno centro de la ciudad. Las estrellas que están de paso en la ciudad se citan aquí. Apreciamos los servicios reservados a las mujeres, únicos en el mundo, y su ambiente mezcla de autenticidad y modernidad.
Un hotel en el que te sentirás bien. Confort, calma, atmósfera distendida y ambiente íntimo, es casi como estar en casa. Las habitaciones son todas diferentes, el restaurante es suculento, el salón es agradable, el personal es acogedor y la decoración, original. A este establecimiento no le falta de nada, pero... siempre encontramos un pero.
Al Clarion Collection, un magnífico hotel romántico situado en un barrio tranquilo de Oslo, no se le puede reprochar nada. Este hotel que mezcla lo moderno con lo antiguo con un resultado de gama alta es perfecto para descansar y dejarse mimar mientras se aprovecha de la ciudad.
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Tratándose del único hotel de diseño del centro de la ciudad, el pequeño recién llegado de Oslo (abierto en 2008) aclama alto y fuerte su identidad. Los amantes del arte contemporáneo se sentirán como peces en el agua; los demás quizás encuentren el ambiente un poco frío. En cuanto a sus habitaciones, ¡todos quedarán decepcionados! En nuestra opinión, todavía no se merece su 5ª estrella.
Este hotel en el centro de la ciudad acoge a hombres de negocios de septiembre a junio y a veraneantes en julio y agosto. Cómodo y de diseño, no posee mucho encanto y su tamaño gigantesco no le confiere un ambiente muy cálido. Con sus 503 habitaciones es el hotel más grande de Noruega. Si bien cabe destacar el esfuerzo que hace en tratar de complacer a las familias en verano, podría hacerlo mucho mejor...
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Agradable, acogedor y en el centro de la animación, este hotel sabe cómo destacar gracias a su restaurante, que ofrece en el desayuno, el almuerzo y la cena cocina típica, a buen precio y variada. Si se añade una pizca de historia, aparecerá el encanto. Sin duda una de las mejores relaciones calidad-precio-ubicación de la ciudad.