Los coloridos azules y amarillos de las habitaciones le dan un aspecto alegre. Están totalmente equipadas, tienen balcón, mesitas y sillas adentro y afuera pero no son muy grandes. Comprende una radio para escuchar música. 44 alcobas de las 161 miran hacia la piscina y al grato parque arbolado (abetos y palmeras). A los amantes del senderismo les conviene pedir la habitación especial que cuenta con planos de la región y todos los recorridos aconsejados en la sierra de la Tramuntana, cartografía de las zonas, rutas de interés, partes meteorológicos, libros, revistas especializadas en naturaleza o temas afines así como un lustra botas. Se puede pedir una plancha en recepción mediante un depósito.

El hotel, de 4 estrellas, construido en 1966 y renovado en el año 2001 tienen una capacidad total de 320 personas. Una parte del establecimiento alberga apartamentos alquilados a lo largo del año. A nivel de infraestructuras, cuenta con dos piscinas, una externa, otra climatizada, un sauna, y una mesa de ping pong. Las toallas para la piscina son gratis pero requieren un depósito. Durante el verano los animadores organizan partidos de water polo. Alrededor de la piscina, hay varias mesitas y sillas de plástico marrones, unas sombrillas de paja y un bello jardín con flores. Especial atractivo tiene el pequeño puente, decorativo, de madera y metal que lleva a una pequeña islita al medio de la piscina. La sala de juegos brinda varias posibilidades de diversión. La parte de los salones es amplia, los tonos seleccionados beige y verde, agradables y tienen vista a la piscina. La decoración y los colores elegidos para la parte de la recepción son sobrios.

El amplio comedor se encuentra en una media planta que da hacia la ruta, motivo por el que no tiene demasiada luz pero el arreglo de las plantas matiza la impresión de encierro. Se sirven las tres comidas al día en verano, todas en forma de bufé. Es variada de estilo internacional, menos los viernes día reservado a las especialidades mallorquinas. La media pensión siempre se ofrece a la noche. Las bebidas no se incluyen. Durante la temporada estival también se puede comer afuera cerca de la piscina, a la carta.

La Playa de Palmira es la más grande del núcleo turístico de Peguera. Tiene arena fina, agua transparente y algunas palmeras. Por su forma redondeada se encuentra resguardada del viento. Bañarse resulta fácil pero hay que caminar para llegar a la zona profunda. Al estar totalmente urbanizada la zona, tiene la ventaja de proponer un amplio abanico de restaurantes, bares, tiendas de todo tipo y algunas opciones de deportes pero el inconveniente es el ruido y la abundancia de gente durante la temporada alta.

Agradable, limpio y funcional. Así se podría resumir este hotel renovado en el año 2001 y cuya especificidad es tener una habitación reservada a los amantes del senderismo. A la zona de Peguera se la llama la Pequeña Alemania desde hace 30 años por la frecuentación. El hotel S'Olivera forma parte de la cadena hotelera mallorquina Saint Michel.