Construido en 2002 y renovado en 2009, el Rancho Platón alberga 9 habitaciones ubicadas en lo alto ,ajo el dosel arbóreo, conectadas por pasarelas dispersas en la selva. Se oye el sonido del río que pasa a los pies del hotel, de los insectos, los pájaros y las mariposas que pasan revoloteando. La piscina con desbordamiento es visualmente agradable. Está ubicada entre la vegetación, se alimenta del agua natural de cascadas y chorros de agua y está atravesada por un puente de madera. Como Tarzán, podrás trepar por las cuatro cuerdas suspendidas encima de ella. ¿No es suficiente para que te diviertas? Pasemos a cosas más serias, en dirección al tobogán acuático ubicado un poco más lejos, en la selva, al otro lado de la pista. No olvides llevar un chaleco salvavidas porque el descenso es empinado y no tendrás nada para agarrarte, será casi una operación kamikaze: si coges velocidad, despegarás, antes de terminar en un estanque muy limpio de agua estancada. ¡Emoción garantizada! Para los curiosos, justo al lado del tobogán hay una pequeña presa eléctrica que funciona con cuatro generadores. Este sistema, totalmente ecológico, produce la energía necesaria para el funcionamiento del hotel. Un poco más lejos, justo al lado de una magnífica cascada, se llega a la mejor habitación del rancho: es la antigua casa familiar, que ya existía antes de que este lugar se convirtiese en hotel.