


Un establecimiento con encanto y una excelente relación calidad-precio
Un establecimiento con encanto y una excelente relación calidad-precio
El hotel transmite, incluso antes de cruzar la puerta, el gusto por lo secreto. Está escondido al fondo de una calle sin salida cerca de la calle des Martyres, famosa por su mercado y por los muchos comercios dedicados sobre todo a la gastronomía. Al salir, rápidamente te encuentras en el barrio noctámbulo y clandestino de Pigalle, de camino a la colina de Montmartre y a uno de los lugares ineludibles de la capital, el Sagrado Corazón. La parada de metro más cercana es Notre-Dame de Lorette.
Las 24 habitaciones del establecimiento se reparten en tres categorías: estándar, superior y suite. Esta últimas, espaciosas y distinguidas, están muy logradas. Nos centraremos en una estándar. Para empezar sorprende que la habitación es grande y ha conservado, con nostalgia, algo de la decoración de hace muchos años. También tiene algunos toques de modernidad. En cuanto a las prestaciones: Wifi gratuito, frigorífico o minibar. Cabe destacar que algunas de las habitaciones están equipadas con pequeñas cocinas independientes y parecen, por lo tanto, apartamentos pequeños. Los precios son moderados, ¿cuánto durará?
El hotel está situado en un bonito edificio burgués, sólido y noble. Una vez dentro, la vista se va al fondo, donde hay un viejo ascensor típicamente parisino, muy pintoresco. El vestíbulo es íntimo, con una bonita decoración y empieza a emanar el ambiente acogedor que los propietarios le han querido dar. "Erótico", dirían ellos, con esta voluntad de convertirlo en hotel para adultos. Se ha dispuesto un espacio de salón acogedor, aunque le falta algo de confort. Hay un bar abierto las 24 horas que sirve refrescos y bebidas alcohólicas. Otro encanto complementario es el patio interior acondicionado. La bonita sala del desayuno.
salón de belleza, baño turco
gimnasia
Dés que l'on pousse la porte de cet hôtel si parisien on se sent comme dans un cocon surtout après une journée de visite et de shopping. Une diversité dans l'architecture intérieure si personnelle de cet endroit de charme, chambre parfaite et calme encore une fois beaucoup d'idées dans la déco. Petit dèj au top, parfait pour un séjour en amoureux
Sa situation dans une impasse donc calme et géographique au coeur même du vrai Paris
Aucun , ravie de mon sejour
Très on rapport qualité prix
Des chambres aux ambiances différentes, à tester en couple ;)
Il faut encore le trouver loool
Très bon rapport qualité prix
Des chambres aux ambiances différentes, à tester en couple ;)
Il faut encore le trouver loool
Pequeño pero bien ubicado y con una buena relación calidad-precio
Un hotel con encanto y una buena relación calidad-precio.
Un hotel intimista al que no le falta encanto.
Un bonito tres estrellas con zonas comunes neobarrocas espléndidas y con mucho encanto. Habitaciones más convencionales pero muy refinadas.
La buenísima relación encanto-precio compensa la escasez de prestaciones.
Encantador hotel de 3 estrellas de barrio.
Un establecimiento correcto de barrio.
Un flechazo de fantasía en pleno distrito 9
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.