


A dos pasos de las estaciones del Este y del Norte y con una buena relación calidad-precio.
A dos pasos de las estaciones del Este y del Norte y con una buena relación calidad-precio.
El hotel se encuentra entre las estaciones del Este y del Norte. Desde esta última, con el RER B, se puede llegar al aeropuerto internacional Roissy-Charles de Gaulle y al Parque de Exposiciones de Paris-Nord Villepinte. En las inmediaciones directas del hotel, hay varios comercios y restaurantes de cocina francesa tradicional. El metro más cercano es Gare du Nord.
El vestíbulo es espacioso, la decoración es bastante clásica y exhibe varios cuadros de la evolución de la ciudad de París a lo largo de la historia. Se ha acondicionado un gran salón muy agradable con sillones y sofás y periódicos a disposición de los clientes. Detrás de este se encuentra la sala de desayunos, muy cómoda. Esta da a un patio interior acondicionado con varias mesas y sillas en el que te podrás acomodar las mañanas que haga buen tiempo. Algunas habitaciones tranquilas dan a esta parte del hotel. Hay un aparcamiento público y de pago a dos minutos.
Las 65 habitaciones del establecimiento se dividen en dos categorías: estándar y superior. Nosotros nos concentraremos en la primera. Las habitaciones son amplias, algo muy sorprendente para tratarse de esta categoría. Son muy agradables y están bien aisladas en la primera y la segunda planta. La decoración que ostentan es sobria, pero agradable. Hay que destacar que no hay Internet en las habitaciones, pero en cambio dispones de wifi gratuito en la planta baja. Están equipadas con televisión vía satélite y con Canal+. Si deseas utilizar la caja fuerte (de pago), pídela en recepción. El cuarto de baño es grande, con ducha o bañera, y tiene secador de pelo. Buena relación calidad-precio.
Un 2* superior cerca de las Estaciones du Nord y de l'Est. Un "negocio" ideal.
Cercano a la Place de la République, este hotel es un establecimiento serio con una buena relación calidad-precio.
Un pequeño hotel ubicado entre dos grandes estaciones parisinas. Nosotros nos decantamos por las habitaciones abuhardilladas del último piso. En cuanto a la decoración, es sencilla y clásica.
Un 2** de barrio cercano a las estaciones del Norte y del Este.
Hotel de una sola estrella, sin encanto alguno, funcional y con una buena relación calidad-precio. Todas las habitaciones tienen cuarto de baño.
Un honesto hotel de 2** de barrio.
Un hotel poco agradable, incluso se podría decir que bastante deprimente. Las habitaciones son bastante grandes, pero cuentan con una decoración anticuada, básica, y algunas no tienen baño. Ideal para los presupuestos reducidos.
Un establecimiento serio dentro del estándar de la cadena.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.