


Un buen lugar cerca de la Estación del Norte, con un precio bajo para esta categoría.
Un buen lugar cerca de la Estación del Norte, con un precio bajo para esta categoría.
XXX
Puede que algunos tiendan a desconfiar del barrio, pero la presencia policial los tranquilizará. El barrio es un cruce de trenes, de la línea 4 del metro y de la línea B del tren de cercanías RER que llevan a los pasajeros al aeropuerto Roissy- Charles De Gaulle, por lo que siempre está lleno de viajeros.
Las habitaciones, aunque pequeñas, están limpias y bien cuidadas y se concentran en las cosas sencillas como una ropa de cama impecable. Una televisión catódica y toda una serie de canales vía satélite en lo alto de un rincón, climatización individual, teléfono con línea al extranjero, un armario alto para colgar la ropa, una caja fuerte gratuita... El cuarto de baño tampoco se pierde en los detalles superfluos: es enteramente de mármol, con una bañera alargada y productos para el cuidado del cuerpo en un rincón del lavabo. Todo está presente, incluso la conexión wifi, aunque no dispone de minibar. Como anécdota, todas las habitaciones están decoradas con un cuadro o un dibujo que cuenta un episodio de la vida de Alberto I, antiguo rey belga que murió en el siglo pasado y que antes le daba nombre al hotel. Un establecimiento serio, ideal para pasar una estancia corta o para visitar la capital sin alejarse demasiado de la estación.
Hay muchos hoteles en el lugar y el Best Western Lafayette, visible desde la salida principal de la estación, es una vivienda bien mantenida. Es difícil no fijarse en este bonito edificio típicamente parisino. El amplio vestíbulo está a la altura de la cadena con cristales, sofás de cuero rojo, una comodidad elegante y sobriedad. Las habitaciones son del mismo estilo.
masaje, EPA
El hotel Appia disfruta de un tranquilo emplazamiento entre ambas estaciones y ofrece una alternativa complementaria a los demás establecimientos de la zona.
Bonito hotel con un nivel de prestaciones cercano al de un tres estrellas. Si bien el vestíbulo es un poco kitsch, las habitaciones presentan una cara sobria y elegante. El personal es muy acogedor.
Algunas de las habitaciones renovadas han quedado muy bien. Las demás siguen teniendo una decoración triste y anticuada. El trato es distante.
Un establecimiento serio, situado cerca de la estación del Norte.
Cerca de la Estación del Norte aunque tiene una mala relación calidad-precio.
Un edificio estándar cerca de la estación del Norte.
Un establecimiento serio, situado enfrente de la estación del Norte.
Un hotelito muy sencillo, con unas habitaciones poco decoradas, incluso algo anticuadas, pero muy limpias y bien cuidadas. El trato es muy agradable.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.