


Un buen hotel para alojarse en París, con encanto y muy bien situado.
Un buen hotel para alojarse en París, con encanto y muy bien situado.
A una o dos paradas de metro de las estaciones del Este y del Norte, a 10 minutos a pie de la place du Châtelet, de Halles y del Centro Georges Pompidou. El hotel, situado en un barrio cosmopolita y agradable y cerca de la animada y segura rue du faubourg St Denis, disfruta en sus cercanías de infinidad de bares y restaurantes especializados en las cocinas del mundo. La parada de metro más cercana está a 50 metros: se trata de Château d'eau.
Las habitaciones son clásicas, luminosas, limpias y cuidadas. La decoración no es espectacular pero no falta de nada, un cuadro sobre la cama, bonitas lámparas en las mesitas de noche, paredes de colores neutros, etc. Un grande y práctico armario con un espejo de grandes dimensiones permite guardar los enseres y colgar la ropa. La televisión suspendida está conectada a canales franceses y extranjeros. La climatización es individual, el teléfono internacional y todas las habitaciones tienen Internet. El minibar está vacío. Puedes llamar al servicio de habitaciones a cualquier hora del día o de la noche si deseas comer algo. El servicio es muy amable, por lo que se trata de una dirección recomendable y muy bien situada que te permitirá también pasear por los grandes bulevares, barrio de las mil distracciones. La relación calidad-precio es excelente.
El hotel Garden Opéra, escondido en una pequeña calle comercial, se renueva regularmente. La entrada y el vestíbulo son distinguidos, un espejo aquí y una lámpara de araña allá, y aunque los espacios son reducidos, el deseo de ofrecer un entorno agradable y acogedor envuelve de encanto este pequeño establecimiento de 32 habitaciones. En los pasillos las paredes están limpias, la moqueta cuidada, todo como debe ser.
Bien situé a 10 minutes de tous les principaux monuments de paris Personels accueillants et chaleureux
Situation géographique
Decoration sobre années 2000
Para los incondicionales de la cadena.
Un hotel desigual, con unas magníficas habitaciones renovadas con un estilo moderno y unos cuartos de baño con mucha clase, pero con unas zonas comunes y otras habitaciones realmente anodinas, tristes y anticuadas. Tendrás que elegir bien la habitación.
Un hotel muy sencillo, con una decoración demasiado clásica. Este tres estrellas merecería un poco más de personalidad.
Pequeño hotel de una estrella, sin ningún encanto, con unas habitaciones básicas y unos azulejos un poco extraños en las paredes. Te recibirán muy amablemente.
Los precios abusan un poco de la situación de proximidad respecto de las estaciones del Este y del Norte.
Precioso hotel de inspiración ecológica. Recientemente se ha renovado la decoración de las habitaciones con materiales naturales y brutos que le dan al cliente la sensación de dormir en un nido zen, en un lugar en comunión con la naturaleza.
Un pequeño hotel modesto, antiguamente de tres estrellas, que necesitaría una reforma urgente. Solo cuenta con lo básico.
Un establecimiento serio dentro del estándar de la cadena.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.