


Una recepción privilegiada y una decoración artística y original en las paredes de las habitaciones.
- Norma internacional
- Encanto
Una recepción privilegiada y una decoración artística y original en las paredes de las habitaciones.
Este hotel está muy bien ubicado en un barrio joven y dinámico. Está a pocos minutos a pie de la Place de la République. Gracias a las numerosas líneas de metro, llegarás rápidamente a todos los monumentos y museos del centro de París. La línea 9, por ejemplo, te llevará directamente a los Campos Elíseos y al Trocadero, desde donde podrás disfrutar de una de las mejores vistas de la Torre Eiffel de la capital. Para salir, la calle Oberkampf está cerca del hotel y atraviesa todo el barrio. Allí sus diferentes bares, restaurantes y pubs se suceden como las cuentas de un collar. Es una zona ideal para los que les gusta pasar horas tomando un aperitivo. No muy lejos de allí, los amantes de la vida cultural parisina se deleitarán con los espectáculos del Cirque d'Hiver o con los conciertos del Bataclan.
Este hotel de tres estrellas cuenta con unas habitaciones muy parecidas entre sí y que se diferencian en sólo un detalle. ¡Pero qué detalle! Todas las paredes de los cabeceros están tapizadas con un inmenso papel que representa un monumento emblemático de París. La propia fotografía es, en sí misma, una auténtica obra de arte: detalle de un pilar de la Torre Eiffel, de la cúpula de los Inválidos, de una torre de Notre-Dame? El efecto es magnífico. En cuanto al resto, es más clásico, moderno y siempre elegante. Las paredes blancas, las moquetas a rayas de diferentes tonalidades marrones, cortinas y cojines negros y rojos. Son acogedoras, confortables y todo en ellas está concebido para que te sientas cómodo. Los cuartos de baño son del mismo estilo. Están revestidos con azulejos gris antracita, bonitos estantes de madera oscura, lavabos modernos y bañeras en casi todos los cuartos de baño, además de secador de pelo. Las dos habitaciones de la planta baja tienen acceso privado a una terraza de madera muy bonita, aunque desafortunadamente son un poco oscuras. Todas las habitaciones disponen de conexión wifi gratuita, servicio de habitaciones con aperitivos y bebidas, canales internacionales, de cine y Canal+ Sport.
Este hotel, con una buena ubicación en París, cuenta con sólo 32 habitaciones repartidas entre los 6 pisos. Es, por tanto, un establecimiento relativamente íntimo. El personal es muy atento y cercano a los clientes. El trato con ellos es agradable y sincero. El personal no es servil y ninguno de ellos tiene un auténtico perfil hostelero. Todos proceden de diferentes sectores de actividad. Por tanto, el hotel se preocupa mucho por el contacto y el trato con el cliente. Renovado en 2008, el Vingt Prieuré ha adoptado una decoración moderna, de diseño, aunque sin alta tecnología. Es contemporáneo aunque muy sobrio. La sala del desayuno, por ejemplo, situada en el sótano, es espléndida. A ella se accede bajando una bonita escalera metálica. El gran espejo, los paneles plateados de las paredes y el mobiliario con patas metálicas le dan un efecto frío, moderno y elegante. A todo ello se le añade el toque cálido de paneles y sillas de madera y unas baldosas color chocolate. La iluminación tenue de las grandes lámparas y la biblioteca con cuadros naïf muy coloridos acentúan el carácter agradable y cálido del hotel.
EPA
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Un hotel impresionante, con una decoración retro muy lograda, que puede albergar a viajeros en solitario o a pequeños grupos en habitaciones dormitorio con baño.
Bonito y encantador hotel en el que la propietaria hace todo lo posible para que los huéspedes se sientan como en casa. Su ventaja: la decoración de cada habitación es diferente.
Una de las ventajas de este hotel es su envidiable ubicación, a unos minutos de la plaza de la République. Los cuartos de baño, al igual que las habitaciones, son clásicos. Un aviso: no te esperes un hotel con mucho encanto
Bien ubicado y cerca de todos los lugares de visita obligada de la capital, éste es un pequeño y sencillo hotel lo suficientemente confortable.
Ubicado en el centro de París y cerca del animado barrio de la Bastilla, el hotel dispone de pequeñas habitaciones cómodas y repletas de encanto. Además, la arquitectura es muy alegre. Una grata sorpresa?
Hotel poco glorioso en pleno barrio República. Equipamiento mínimo, sin encanto ni originalidad.
Un elegante establecimiento con habitaciones de diseño y un virtuoso juego de luces que da ligereza a la estructura y espacios del hotel.
Interesante hotel con encanto en una finca pequeña discreta. Piedra vista, vigas de madera y azulejos rústicos dan a este atípico establecimiento un aspecto muy íntimo y sosegado. Hay una palabra para definir el estilo decorativo único de todas las habitaciones: belleza.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.