Gonzalo González Beneytez
Jefe de sección
Ubicado a pocos metros de los Campos Elíseos, el Hotel Marignan Champs-Élysées luce con orgullo su interior, repleto de elegancia, modernidad y sofisticación. Dado que el establecimiento está muy de moda, su bar y restaurante están repletos de parisinos del mundo del cine y de los negocios.
Marignan Champs Elysées - © Christophe Bielsa / Marignan Champs-Elysées
Marignan Champs Elysées - © Christophe Bielsa / Marignan Champs-Elysées
Dirección: 12, rue de Marignan. Esto significa que te encontrarás en una calle perpendicular a la Avenida de los Campos Elíseos, a 100 m de distancia de una de las calles más célebres y románticas del mundo. También está ubicado en un rico barrio parisino, zona de teatros históricos y vanguardistas, de cines y, obviamente, de lujosas boutiques de moda. La situación del hotel Marignan, que luce con orgullo su sobrenombre ("Champs-Élysées"), es sin lugar a dudas uno de sus puntos fuertes. La parada de metro más cercana es la de Franklin D. Roosevelt: por ella pasa la línea 9 que te llevará a los barrios más animados por la noche, además de la línea 1, que lleva a las principales atracciones turísticas de París, desde el Arco del Triunfo, la Plaza de la Concordia, el Museo del Louvre en Châtelet, auténtico núcleo de la ciudad, hasta la Bastilla y la Gare de Lyon. Por el contrario, no necesitarás utilizar el transporte público para llegar a orillas del Sena y dar un pequeño paseo romántico. Además, si te apetece caminar un poco, aunque no demasiado, la Torre Eiffel está a unos 20 minutos a pie del hotel.
En las ocho plantas, las puertas rojas de sus 73 habitaciones (16 de ellas suites) dan a unos pasillos cubiertos por una moqueta de rayas. Aparte de las suites, las habitaciones se dividen en categoría superior (20-25 m²) y de lujo (25-30 m²), algunas de ellas disponen de terraza equipada y con una pequeña mesa. Resulta muy agradable desayunar en la habitación, admirando al fondo la Torre Eiffel que destaca sobre los tejados de París.
Aunque el vestíbulo se renovó por completo en 2004, tras el cambio de propietario, las habitaciones solo se sometieron a ligeras reformas, por lo que no sentirás el ambiente tan moderno y con estilo que te sorprenderá al entrar en el hotel. Poseen un estilo diferente, aunque han prestado atención a los detalles. La elegancia en el equipamiento se traduce en una elección rigurosa de materiales de excelente calidad, como es el caso de las camas, muy grandes y con tejidos delicados. El papel de las paredes, de estilo colonial, adorna una decoración un tanto clásica que juega con los tonos blancos y rojos. El servicio de calidad se aprecia nada más ver los detalles que forman la bandeja de bienvenida, con té y café y productos de tocador de marca. En todas las habitaciones dispones de conexión a Internet de banda ancha, servicio de habitaciones las 24 horas y aire acondicionado regulable.
Nada más acercarte a la entrada del hotel, te recibirán dos empleados, elegantemente vestidos de negro, que te abrirán las puertas. Una vez dentro, percibirás el acogedor ambiente del hotel. La falta de luz natural en el vestíbulo se compensa con una iluminación artificial tenue, que hace de la oscuridad una de las principales características de un estilo basado en la pureza de las formas y de los colores.
La superficie de la entrada está prácticamente ocupada por una gran alfombra ovalada, de la misma forma que la mesa y del bajorrelieve del techo, desde el que cuelga una gran lámpara barroca. Los tonos, de colores primarios y mal combinados a propósito, los objetos de creación robusta y los sofás geométricos son obra de Olivier Gagnère, un famoso arquitecto y decorador que posee un estilo muy particular. El hotel, que se encuentra ubicado en una antigua residencia privada del siglo XVIII, se renovó en 2006.
El restaurante del hotel, el Spoon at Marignan, fue concebido por el propio Alain Ducasse, famoso chef internacional que dirige varios establecimientos en todo el mundo. En la carta encontrarás platos tradicionales franceses junto con otros más creativos de sabores exóticos e inspirados en la gastronomía internacional. Abierto para la clientela exterior, el restaurante es muy frecuentado por personajes del mundo de la moda, del cine y de los negocios. Del mismo modo, el bar del hotel Marignan, el 15cent15, es de acceso público y está muy de moda entre la esfera artística. Las zonas del bar y del restaurante respetan la misma elección estética del vestíbulo. Diseño contemporáneo, juegos de luces de colores y artificiales y ambiente elegante tipo lounge acompañan a unos platos refinados, ligeros y minimalistas.
El hotel está situado en un edificio histórico del siglo XVIII y era un antiguo hotel particular. Si te interesa su historia, puedes ir a echar un vistazo a la zona de la escalera, que une la planta baja con el primer piso: se trata de la escalera original, como así lo atestiguan las inscripciones sobre la madera.
deportes
Anonyme.
tres bel hotel a refaire
tout
rien
Anonyme.
Hôtel vraiment splendide Nous y avons passé une nuit avec ma femme, le personnel est souriant et attentionné, la chambre avait une vue sur la tour Eiffel, propreté irréprochable, excellente literie. Petit déjeuner copieux avec produits frais et de qualité :) Bref, nous avons passé un très agréable séjour ! Je vous le conseille fortement même si le prix reste quand même très élévé il faut vraiment le faire au moins une fois dans sa vieA refaire
Le personnel très souriant très aimable Dispo Beaucoup de services
Le prix... bien qu'en y allant on sait déjà a quoi s'attendre. Sinon je ne vois que cela !
Un hotel perfecto para los hombres y mujeres de negocios que necesiten alojarse en el barrio. Tiene la ventaja de que el lugar es muy tranquilo.
El hotel Chambiges Elysées, perfecto para un fin de semana cultural, tiene una decoración realmente clásica y se encuentra muy cerca de los museos más interesantes.
"La mejor solución a un problema es hacer una pausa", y la pausa será de lo más agradable si tiene lugar en el hotel Claridge: en el pequeño y acogedor restaurante, en el hall reformado recientemente o en las habitaciones neoclásicas.
Un hotel en la más pura tradición clásica, consagrado desde hace varios años por el Condé Nast Traveler.
El Powers es uno de los iconos de la hotelería clásica parisina.
Este bonito hotel-boutique tiene algunas ventajas: una refinada decoración y una excelente ubicación.
Un hotelito recomendable, ideal para los que buscan un hotel sencillo en un barrio agradable, para ir de compras y tomar algo en los bares de moda.
En los años 30, este hotel era una pensión familiar. El grupo ha conseguido renovarlo y evolucionar (durante muchos años fue de 2 ó 3 estrellas), pero su espíritu se ha mantenido intacto: un personal fiel, una decoración muy clásica...
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.