


Un hotel con encanto en un barrio excepcional.
Un hotel con encanto en un barrio excepcional.
El hotel se encuentra en pleno corazón del barrio latino. Justo enfrente se alza la magnífica iglesia Saint Sulpice, con su imponente altura, y a sólo unos minutos a pie se encuentra uno de los jardines más bonitos de París: el de Luxembourg. Paseando por estas callejuelas repletas de historia, podrás subir fácilmente a pie al monte de Ste Geneviève y llegar a otro de los puntos de interés del distrito, el Panteón. El vecino barrio de Odeón es una zona especialmente animada, repleta de bares y restaurantes que se contagian del bullicio de St Germain des Prés. El RER y la estación Luxembourg son una opción de transporte, pero la estación de metro más cercana es la de Odéon.
Las 26 habitaciones de este pequeño establecimiento se dividen en varias categorías: estándar, moderada, superior y deluxe. Al igual que los pasillos que conducen a las habitaciones, la decoración flirtea con el estilo parisino étnico-elegante, el gusto por los detalles y las cosas bonitas. Disponen de climatización individual y minibar lleno, pero la conexión wifi es de pago. No hay servicio de habitaciones. Todos los cuartos de baño disponen de bañera. Las habitaciones que dan al patio interior disfrutarán del encanto bucólico desprendido por la vegetación que recubre las paredes del patio. Muy acogedor. En esta categoría, los precios se sitúan más bien en la franja alta.
El encanto y la discreción son los rasgos distintivos del hotel, alejado del ajetreo del bullicioso barrio de Odeón. No llegarás aquí por casualidad. Nada más entrar, bajarás la voz y comprobarás cómo te envuelve rápidamente su atmósfera tranquila y relajada. En un rincón, un escritorio pequeño os da la bienvenida con elegancia. A la izquierda, encontrarás un saloncito con una luz tamizada que invita a relajarse y dejar pasar el tiempo. Sin embargo, toda la magia se concentra en el subsuelo, con la espaciosa sala de desayuno, iluminada por una vidriera luminosa rodeada de vegetación. Sin duda, el mejor momento del día.
sauna
Un 2 estrellas modesto, con una ubicación ideal pero unas prestaciones que no se corresponden con las tarifas.
Un establecimiento discreto y algunos encantos en el corazón del barrio latino.
Un hotel íntimo, realmente encantador, con unas habitaciones todas ellas diferentes y extremadamente refinadas. Las habitaciones y las zonas comunes están decoradas con algunas obras de arte. La terraza amueblada, digna de una elegante casa de huéspedes, le da un toque de carácter a este hotel.
Para los amantes de las ambientaciones modernas, un muy bello alojamiento en el barrio del Odeón.
Una ubicación ideal para explorar el Barrio Latino.
Un hotel excepcional.
Un establecimiento serio en este distrito.
Su gran encanto hace de este acogedor hotel la joya del distrito.
Estamos ante un hotel de elegancia francesa y en el que no se tolera ninguna copia ni reproducción. El Bristol forma parte de los pocos hoteles de lujo parisinos que pertenecen a una familia europea (alemana) en lugar de a las grandes familias asiáticas o de los Emiratos Árabes Unidos. Elegante, distinguido y refinado, el Bristol antepone la calidad y la autenticidad de los objetos y materiales. Su restaurante gastronómico atrae a una clientela exigente y amante de la cocina de alta calidad.
El George V hace parte de los palacios parisinos más prestigiosos de la ciudad. Unos pasos dentro el establecimiento son suficientes para darse cuenta que entramos en un hotel donde lujo, perfección y voluptuosidad son la regla. Habitaciones de princesa, salones impresionantes, restaurante el que guía Michelin ha otorgado una estrella, no falta nada al George V para satisfacer a los clientes más exigentes. El diseñador de interior Pierre Yves Rochon se encargo en 1997 de reformar en totalidad el edificio, desde entonces sigue mejorando la decoración de acuerdo con el estilo XVIII siglo.
El último de los palacios parisinos abrió sus puertas el 1 de agosto de 2014. La elegancia y la sofisticación francesa casan a la perfección con el refinamiento asiático en un magnífico edificio de 1908. He aquí el primer establecimiento del grupo Peninsula en Francia y Europa.
Hicieron falta cinco edificios Haussmann para dar vida al Park Hyatt Paris Vendôme, el primer hotel de lujo de la capital concebido con un estilo contemporáneo. En este hotel, la comodidad, la elegancia y un servicio impecable se unen a un diseño más joven y moderno.
Un establecimiento de alta categoría ideal para personajes famosos y estrellas de cine que busquen un poco de discreción. La Réserve Paris se preocupa por la confidencialidad. También se organizan eventos privados.
El Meurice es uno de los mejores establecimientos de París. Su decoración contemporánea y típicamente parisina es obra de Philippe Starck y su hija. Se trata de un lugar exclusivo: el restaurante principal del hotel, Le Meurice, está dirigido por el chef Yannick Alléno, que ha recibido 3 estrellas. No hace falta decir que es uno de los puntos culminantes de la estancia en este hotel. Su ubicación es ideal, justo delante del Jardín de las Tullerías. Las habitaciones están decoradas con gusto y el servicio es impecable.
El W Paris - Opéra finalmente abrió sus puertas el 28 de febrero de 2012. Así, la marca de Starwood ligada a la moda y a las tendencias se asegura un establecimiento de prestigio en París.
El hotel, situado en un edificio del siglo XIX, salta a la vista. Diseño y modernidad se combinan junto con un toque conceptual. Mejor pedir explicaciones al diseñador, ya que es difícil captar el mensaje de otra forma; aunque está claro que el W Paris-Opéra gira alrededor de un tema: The Spark. El establecimiento se define en este "centelleo", creando una unión ficticia entre el primer hotel de Nueva York y su hermano pequeño parisino.
En el corazón de la ópera, el W ya cuenta con los amantes de la marca y espera que el boca a oreja lo convierta en the place to be del barrio, junto con su restaurante y su bar.
Como anuncia el propio eslogan, este hotel es "Votre adresse à Paris" (Tu establecimiento en París): de hecho, no existen demasiados lugares como este en la capital. La diferencia entre una estancia agradable y una memorable reside en los detalles y, sin lugar a dudas, recordarás con emoción tu paso por el Vendôme. Nada más entrar, te recibirán unos porteros tan sonrientes que te sentirás como si fueses el cliente más importante del hotel. Tanto si vas por negocios como por turismo, este hotel boutique satisfará todas tus necesidades con estilo y elegancia.